Según la publicación, en el Paro Nacional se desbordaron las violaciones a los Derechos Humanos por parte de los organismos del Estado, como la Policía Nacional y el Escuadrón Móvil Antidisturbios -Esmad-. La fuerza pública se constituyó en el principal vulnerador, aún por encima de los grupos armados ilegales.
El sacerdote jesuita e investigador del Cinep Javier Giraldo afirmó que dichos resultados deben ser vistos como destellos, ya que la Red de Banco de Datos no hace estadísticas ni tiene la posibilidad de registrar la totalidad de violaciones graves a los Derechos Humanos que son perpetradas en el país cada semestre. Y que en esta ocasión en específico la monumental cantidad de atropellos contra los manifestantes desbordó por mucho sus capacidades de registro.
A pesar de ello, se puede evidenciar una sistematicidad en el accionar de esta institución y también puede evidenciarse la continuidad del fenómeno de prácticas sociales genocidas en Colombia, tanto en el contexto de la implementación de los Acuerdos de Paz con las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia como en el Paro Nacional, que comenzó el 28 de abril de 2021.
El padre Giraldo hizo hincapié en el fortalecimiento del paramilitarismo a nivel nacional, regional y local registrando, 86 amenazas de muerte y 24 ejecuciones extrajudiciales. Además, en ese período ocurrieron 11 desapariciones forzadas, siete crímenes de violencia sexual, tres fueron reportadas como personas torturadas y tres heridas. Todo esto como el saldo de hechos cometidos por grupos paramilitares.
“Creo que ese [el paramilitarismo] es un problema que se viene complicando cada vez más desde los Acuerdos de Paz. Todos sabemos que la no implementación de los Acuerdos dio lugar a grupos que no se ciñeron a lo acordado. Además, ya desde antes en las mismas Farc hubo grupo o unidades que no se desmovilizaron porque no estaban de acuerdo con aspectos de los Acuerdos de Paz. Pero, creo que fue la no implementación de los Acuerdos lo que llevó a varios grupos a retornar a la lucha armada y nombrarse como disidencias de las Farc. Sin embargo, esto se ha ido complicando cada vez más porque hay grupos que han tomado rumbos muy distintos y algunos se han acercado a los paramilitares. En el sur del país hay indicio de que algunas de estas disidencias están colaborando con el Ejército Nacional. Hay zonas en donde realmente se ve que hay grupos armados pero no se les puede ubicar muy bien en qué posición ideológica y estratégica están, porque hay mezcla de algunos actores armados (desde los tradicionales paramilitares hasta los actores militares). Hay grupos que aparecen en un momento con escarapelas del ELN [Ejército de Liberación Nacional] y en otro momento con escarapelas de los paramilitares. Los campesinos no saben a qué atenerse, no saben con quién negociar, y esto ha dado pie a muchos desplazamientos”, reflexionó Javier Giraldo.
El informe también llamó la atención sobre las violaciones al Derecho Internacional Humanitario -DIH- y señaló como presuntos responsables a los grupos guerrilleros, con 91 víctimas totales (47 amenazas de muerte, 13 homicidios, 20 heridos, siete víctimas de reclutamiento forzado y cuatro víctimas de tortura).
Por su parte, los grupos paramilitares serían responsables de 30 víctimas, 23 de estas fueron victimas de reclutamiento forzado, tres amenazas de muerte, dos heridos y una persona torturada. Del mismo modo, el Ejército Nacional y la Policía tienen la autoría conjunta de 27 crímenes.
Según el Cinep, sería Santander el departamento con el mayor número de vulneraciones de DDHH en todo el país (304 casos), seguido de Bogotá (149 casos), el Cauca (107 casos) y Boyacá (106 casos). La Revista Noche y Niebla en su edición # 63 también muestra que en los casos de infracciones al Derecho Internacional Humanitario se presentaron en mayor medida en los departamentos del Cauca y del Chocó, seguidos por el Departamento de Antioquia y el Guaviare.
El padre Javier Giraldo llamó la atención sobre los asesinatos de los líderes y lideresas sociales, señalando que dichos asesinatos responden a un ataque sistemático a los líderes de base, que atenta directamente contra los procesos. El trabajo de Noche y Niebla recolectó 530 testimonios de líderes exterminados, pero valora que la cifra debe ser más alta.
Tomado: tercerainformacion