La organización internacional Save the Children advirtió este miércoles que alrededor de 230 mil niños y mujeres embarazadas o puérparas están amenazados por el hambre en Sudán, país desgarrado por una guerra interna desde hace casi un año.
Miles de muertos y ocho millones de desplazados es el saldo de los combates, sobre todo urbanos, entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido.
Por la intransigencia de ambos caudillos, la nación africana está abocada a una de las peores condiciones alimentarias del mundo, advirtió la ONU.
Según afirmó en un comunicado el director local de Save the Children, Arif Nour, más de 2,9 millones de niños sufren desnutrición y otros 729 mil menores de cinco años llegaron a desnutrición aguda, la forma más peligrosa de hambre.
A principios de marzo, el Programa Mundial de Alimentos advirtió sobre las consecuencias del conflicto armado en esa nación africana, que ya asiste a la mayor crisis de desplazamiento a nivel internacional.
Los bombardeos contra civiles, la destrucción de infraestructuras, las violaciones, los saqueos, los desplazamientos forzados y la quema de aldeas devienen prácticas cotidianas contra 48 millones de sudaneses.
Nour advirtió también sobre las secuelas a largo plazo, porque la ausencia de una temporada agrícola el pasado año llevó a menos alimentos hoy, «y no plantar semillas ahora significa que no habrá alimentos mañana».
Ese ciclo del hambre empeora sin salida a la vista, excepto más miseria, subrayó el directivo: más de la mitad de los sudaneses, incluidos 14 millones de niños, necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir, y esa cifra puede aumentar, según reportes de Naciones Unidas.
Tomado: tercerainformacion