Luego del triunfo de la Revolución Cubana en 1959, el gobierno de Estados Unidos comenzó a aplicar una serie de medidas y metodologías para derrocar a las fuerzas comandadas por Fidel Castro. Entre ellas, se encuentra el bloqueo económico y comercial que todavía hoy persiste, pese al rechazo internacional a esta política desplegada por la Casa Blanca.
Las primeras medidas punitivas contra Cuba fueron aprobadas en 1960 y en febrero de 1962 se recrudecieron. Pero el 14 de mayo de 1964, la administración del presidente Lyndon B. Johnson prohibió el envío de alimentos y medicamentos a la nación caribeña.
Bajo el argumento del combate al comunismo, Estados Unidos buscaba estrangular la economía cubana, principalmente después de fracasar en sus intentos de invasión militar, como el ocurrido en Playa Girón en 1961 encabezado por un grupo de mercenarios financiados y apoyados por la Central de Inteligencia Americana (CIA). A esto se suma que el gobierno cubano había iniciado una serie de políticas radicales, como la nacionalización de las centrales azucareras y las grandes compañías extranjeras en el país, como la United Fruit.
Por eso, el Departamento estadounidense de Comercio decidió la enmienda de las Regulaciones a la Exportación hacia Cuba, revocando la emisión de licencias generales para embarques de alimentos y fármacos.
Para julio de 1964, las presiones de Estados Unidos llegaron a la Organización de Estados Americanos (OEA), que impuso un bloqueo sobre todo el comercio con Cuba, excepto en alimentos, medicinas y suministros médicos.
En paralelo, la administración de Johnson negociaba con países europeos para que endurecieran las medidas punitivas contra la isla.
El bloqueo se ha convertido en una política anacrónica, reconocida por legisladores estadounidenses y por el expresidente de ese país, James Carter. Además, la Organización de Naciones Unidas (ONU), año tras año, vota en contra del bloqueo, aunque Estados Unidos e Israel vetan estas resoluciones.
En 2013, 188 de los 193 países de la ONU votaron a favor de levantar la media, dos en contra y hubo tres abstenciones.
El gobierno cubano calcula que desde 1961 hasta 2013 el criminal bloqueo ha dejado pérdidas económicas a la isla por el orden del billón 157 mil millones de dólares.
Aunque el bloqueo afecta a todos los sectores de la economía y sociedad cubana, el país se ha caracterizado por desarrollar uno de los sistemas de salud más eficientes y abarcadores del mundo -que ha extendido a otros lugares del planeta-, como también ha mantenido altos niveles de alimentación que alcanzan a toda la población.
Leandro Albani / AVN
Tomado: LibreRed.net