El gobierno filipino puede entregar cinco bases militares a Estados Unidos, según los primeros detalles conocidos de un convenio bilateral de defensa y seguridad, informó hoy un funcionario de la nación asiática.
De acuerdo con el vicesecretario filipino de Defensa Pío Batino, jefe del equipo negociador, el diálogo Manila-Washington entró en una fase que incluye la selección de instalaciones.
Lo estipulado de manera general en el pacto, facilitará a los militares estadounidenses el uso por 10 años de territorios filipinos para avituallar, reparar o de descanso de tripulaciones de aeronaves o buques de guerra.
En ese convenio, partes del cual las revelaron durante la visita del presidente Barack Obama a principios de semana, se menciona el enclave de la bahía de Subic como una de las plazas posibles.
Se trata de un antiguo local de reparaciones de la flota estadounidense con base en Japón y que por su ubicación estratégica (linda con el Mar de China Oriental) entra dentro de la estrategia del Pentágono en la región.
Batino solo mencionó a la instalación de Subic y eludió las otras cuatro, aunque se conoce del interés por el Fuerte Magsaysay, 100 kilómetros al norte de Manila, que con anterioridad acogió los participantes en ejercicios bélicos conjuntos Filipinas-EE.UU.
El gobierno del país asiático desea sellar todo lo referente al tratado antes del 30 de septiembre próximo.
En 1992, Manila rehusó extender un convenio similar con Washington, lo cual puso fin a casi 100 años de presencia militar norteamericana en esta nación asiática.
Esa decisión la adoptó el Parlamento filipino que incluyó dentro de la Carta Magna, un acápite contra la utilización del territorio nacional por tropas extranjeras.
De ahí que varios diputados rechazaron la medida del Gobierno de dar curso a las negociaciones del pacto militar con Estados Unidos y obviar el espíritu y la letra de la Constitución.
Tomado: Prensa Latina