La educación es un derecho
de todos, consagrado en la Constitución Nacional, que se debe impartir de forma
obligatoria para todos y en igualdad de condiciones. Es decir, todos los
colombianos deberían recibir la misma educación, sin tener en cuenta su entorno
socioeconómico o el lugar donde se habite. Pese a esto, la educación se convirtió
en un derecho y privilegio de pocos.
La calidad de la educación
se mide por lo que se paga, aunque esto tampoco significa que sea de calidad,
ya que proliferan instituciones que cobran altos costos y no cuentan siquiera
con la licencia del ministerio de educación, pero que sí reciben las ayudas que
el Estado les brinda, denominados convenios y concesión, donde el único fin es
la privatización, cerrando la oportunidad a amplios sectores de la sociedad que
no cuentan con los medios para acceder a este derecho, lo que supone un nivel
bajo de desarrollo y que sigamos siendo gobernados por los mismos.
En esta jornada participan
todas las centrales obreras, en busca de mejores condiciones laborales y en
contra del modelo neoliberal impuesto como política de desarrollo, que no prevé
un mejoramiento sino por el contrario la privatización y con ello la pérdida de
los derechos y garantías laborales. Lo que agudiza la crisis social, la pobreza
y no supone el fin del conflicto.
Por: Jesús Sierra
Por: Jesús Sierra