El primero de mayo es el día internacional de la clase trabajadora, que lucha por un mundo mejor y por la dignidad humana. Este día conmemora los sucesos de 1886 cuando una ola de huelgas sacudieron los Estados Unidos de América, en espacial Chicago, en la batalla de Haymarket Square, “los lideres de este movimiento demandaban el día laboral de 8 horas, pero también luchaban por la destrucción del sistema asalarial” (Desafío, publicado por el PLP, 29 de febrero de 2012). La respuesta de los patrones, gobierno e instituciones fue la de reprimir la manifestación, usaron todo lo que estaba a su alcance para evitar los cambios.
Nada ha cambiado sustancialmente desde aquella época, pues el modelo imperante sigue siendo el mismo, lo único que cambia periódicamente es el saco con que se abriga; por ello, vemos la ascendencia de las luchas obreras y populares en el mundo. En Egipto las movilizaciones sociales lograron derrocar un gobierno entreguista y pro norteamericano, aunque necesitan avanzar cualitativamente en un movimiento para el cambio social. En Grecia las medidas neoliberales del anterior primer ministro Giorgio Papandreuo y del actual Papademos, han acrecentado las contradicciones sociales y la desigualdad social, acrecentándose la prostitución, el desempleo, el hambre y las jornadas laborales. Así mismo, en España, Portugal, Italia, Inglaterra medidas de corte neoliberal y antiobreras, producto de la crisis capitalista, han auspiciado el fortalecimiento de las movilizaciones y las huelgas que reclaman mejores condiciones.
Pero, ¿Cuál es el causante del incremento de los movimientos obreros y populares? ¿Por qué los pueblos de América Latina han dado un giro político? La razón es muy sencilla, es el sistema de producción capitalista (neoliberalismo), vigente en la mayoría de los países del mundo, y que se caracteriza por que abundan un sin número de riquezas (bienes, productos, alimentos) concentrados en ínfimas familias, en contradicción con millones y millones de personas en la pobreza e indigencia; pues la lógica del sistema es la acumulación de riqueza, la ambición y la codicia, estos valores son propagados al lado de otros peores; aunque, lamentablemente, algunos trabajadores carentes de conciencia quieren entrar a dicho circulo. La ley universal del capitalismo es la obtención de lucro, la acumulación exagerada y el empobrecimiento de millones de seres humanos. Este modo de vida hace que mueran miles de personas por inanición y por desnutrición; privatización de la educación y de la salud; se reforman códigos de trabajo y aumenta las jornadas laborales; se explotan los recursos naturales; se venden armas y se asesinen personas. ¡Contra este sistema hay que pelear y pensarnos uno nuevo, mejor y justo!.
Nuestro país no es ajeno a las luchas sociales mundiales, un movimiento social y popular ha venido creciendo: trabajadores jóvenes, adultos, mujeres; estudiantes, campesinos, indígenas todos estamos en el camino de un mejor país. Nuestro país neocolonizado y dependiente ha firmado el TLC con EE.UU. que nos degrada mas; ha puesto en funcionamiento todas las orientaciones del Banco Mundial (BM) Y Fondo Monetario Internacional (FMI); ha abierto la economía a pesar del poco desarrollo interno.
En Colombia se despiden diariamente trabajadores, se permutan por maquinas, para aumentar la productividad y el lucro privado, de esta manera aumenta el desempleo y la informalidad que está por encima de 50% de los trabajadores. Con la orientación del BM y el FMI las reformas estructurales no cesan en el campo laboral; “la llamada flexibilización o tercerización laboral cuya finalidad es abaratar los salarios y maximizar la explotación de la fuerza de trabajo” (Unidad Agraria, Edición no. 12). En la agroindustria, los trabajadores han sufrido toda clase de problemas de salud, debido a la utilización de pesticidas, fungicidas y diversos gases para matar plagas, sin tener la menor ayuda de los dueños de la empresa, ni de las EPS; tan solo reciben el apoyo abnegado de los trabajadores de la empresa y del sindicato. Sin embargo, hay temor y presión a los trabajadores de todas las ramas de la producción y los servicios para que no se afilien a sindicatos o asociaciones obreras, con frases como “es un gran riesgo” o “eso va en contra de los principios, la misión y la visión de la empresa”. No obstante, la legislación burguesa lo permite, el Art. 39 de la Constitución Política de Colombia, el código sustantivo del trabajo y los innumerables convenios firmados en la OIT (organización internacional del trabajo).
“La clase obrera tiene un mundo que ganar”. Hagamos realidad dicha frase, vamos por ese paraíso terrenal, en el que no se someta al hombre, ni a la naturaleza. Para ello, nuestra clase, la clase obrera debe formarse, estudiar, cualificarse para que tengan claridad del modo de funcionamiento del sistema y puedan dar el golpe más certero. El avance cualitativo y cuantitativo son factores indispensables para lograr los cambios, así, como la organización unitaria y la unidad. Unidad con los sectores sociales y populares que representan nuestros intereses de clase, como los que hacemos parte del movimiento político y social Marcha Patriótica y la CONAP, y muchas otras fuerzas que vienen en ascenso; movilización y unidad debe ser la orientación encaminada a construir un nuevo país. Igualmente el llamado es a preparar el gran paro cívico nacional el segundo semestre de este año, que reviente los tímpanos de los hampones de la oligarquía y que demuestre que el pueblo clama por justicia social, soberanía y paz.
¡POR UNA EDUCACION PARA LA SEGUNDA Y DEFINITIVA INDEPENDENCIA! ¡A PREPARAR EL PARO CIVICO NACIONAL!
Federación de Estudiantes Universitarios Universidad Industrial de Santander
1 de mayo del 2012
Por Federación de Estudiantes Universitarios
Tomado: Agencia Prensa Rural
