La República Popular Democrática de Corea (RPDC) condenó este lunes el envío de portaaviones nucleares de Estados Unidos a la Península coreana, al señalar que se trata de una maquinación agresiva contra Pyongyang.
Si Washington prefiere la opción militar y hablar atrevidamente de ‘ataque preventivo’ y ‘eliminación de la Dirección’, la RPDC responderá a cualquier intento de amenaza contra su soberanía, precisó un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Asimismo, Pyongyang resaltó la justeza de las medidas preventivas con el fin de consolidar la capacidad de autodefensa nacional, centrada en las fuerzas armadas nucleares.
La RPDC hará que Washington se responsabilice totalmente de las consecuencias catastróficas que ocurrirán por su brutal comportamiento, concluyó el texto emitido por la Cancillería.
La Casa Blanca Washington envió hacia la Península el grupo naval de ataque liderado por el portaaviones Carl Vinson, que inicialmente se dirigía hacia Australia, como advertencia a Pyongyang y sus supuestas amenazas.
El Carl Vinson, que partió de Singapur, ya estuvo en esas aguas hace un mes para participar en maniobras militares anuales con Corea del Sur.
Con capacidad y propulsión nuclear, es uno de los mayores de la flota estadounidense y desplaza a cerca de seis mil militares y 90 aviones y helicópteros.
El envío del grupo naval tiene lugar justo dos días después del ataque estadounidense a Siria, lo cual supone un giro importante en la política que hasta ahora había defendido el presidente Donald Trump y abre para expertos la interrogante sobre si esa va a ser la tónica en otros conflictos.
El mes pasado, Rex Tillerson, el secretario del Estado norteamericano, anunció en Asia que la política tradicional estadounidense de ‘paciencia estratégica’ hacia Pyongyang había terminado y que todas las opciones estaban sobre la mesa.
Tomado: Prensa Latina