El portaaviones estadounidense USS Carl Vinson, que se creía cercano a la península de Corea hace más de una semana, se encuentra envuelto en una controversia porque solo ahora parece dirigirse a ese destino.
El pasado 9 de abril Washington anunció que el buque de guerra y su equipo de combate habían partido desde Singapur rumbo a esa región, en lo que un portavoz de la Marina calificó de medida prudente para mantener la presencia en el Pacífico Occidental.
Pocos días después, el presidente Donald Trump manifestó que estaban enviando una armada muy poderosa a la zona, en respuesta a lo que su Gobierno considera una amenaza nuclear por parte de la República Popular Democrática de Corea (RPDC).
Sin embargo, una foto publicada el domingo último mostró al barco cerca de Sumatra, en el sur del Pacífico, y según reportes, el portaaviones viajó hacia el sur en lugar de hacia el norte cuando la Casa Blanca hizo la declaración.
De acuerdo con el diario The New York Times, el problema es que el Carl Vinson y otros tres buques de guerra navegaban en ese momento para participar en ejercicios conjuntos con la Marina Australiana en el Océano Índico, a 3 500 millas al suroeste de la península coreana.
La Casa Blanca ahora se enfrenta a cuestionamientos sobre las informaciones erradas en torno al paradero de los barcos.
No está claro por qué el grupo nunca abandonó el Sudeste Asiático o la administración Trump no aclaró dónde estaba; solo anoche el Comando del Pacífico anunció que terminaron los ejercicios militares y ahora se dirigirían a la península.
Según medios de comunicación de Estados Unidos y de Sudcorea, se espera que el Carl Vinson llegue a las aguas de la región el 25 de abril.
Aunque oficiales de la Casa Blanca no quisieron hacer comentarios sobre el tema y remitieron al Departamento de Defensa, el Times indicó que esas fuentes expresaron en privado su desconcierto ante la falta de acción del Pentágono para corregir el calendario.
Tomado: Granma