Un incendio en el perímetro de la Base Naval que mantiene Estados Unidos en territorio ocupado ilegalmente en Guantánamo obligó la semana pasada a la evacuación de parte de su personal.
De acuerdo con las declaraciones de oficiales norteamericanos, las fuerzas cubanas colaboraron en la extinción de las llamas y la situación estuvo controlada para la noche del jueves 22 de febrero.
Los cubanos «proporcionaron personal y algunos camiones, por lo que fue muy, muy útil» su ayuda, dijo a los medios norteamericanos la portavoz de la base estadounidense, Julie Ann Ripley. También se reportó que un helicóptero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) arrojó agua desde el aire para ayudar en el control del incendio.
Durante los últimos años se ha mantenido un nivel de comunicación entre las autoridades cubanas y estadounidenses para situaciones de emergencia en la Base Naval.
Más allá de los sólidos principios y la ética que rigen la conducta de las FAR en cualquier escenario, incidentes como el ocurrido demuestran las complicaciones logísticas y prácticas de mantener una base contra la voluntad del pueblo al que se le impuso este enclave.
La permanencia de esa base constituye una herida abierta en la soberanía cubana que se prolonga ya por 115 años.
El pasado 23 de febrero se llevó a cabo la jornada por el Día Internacional por la Paz y contra las Bases Militares Extranjeras, durante la cual jóvenes cubanos exigieron la devolución de ese territorio ilegalmente ocupado y voces del mundo entero se sumaron al reclamo en las redes sociales.
Los estudiantes del preuniversitario capitalino Saúl Delgado recordaron que Washington mantiene allí una cárcel denunciada a nivel internacional como centro de torturas.
El presidente Donald Trump anunció recientemente que planea mantener el centro de detención, a contrapelo de la promesa de su antecesor demócrata, Barack Obama, de al menos cerrar la prisión, si bien nunca se pronunció a favor de devolver el territorio a Cuba.
El presidente del Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos, Silvio Platero, abogó durante el encuentro con los jóvenes por abolir no solo la Base Naval en Guantánamo, sino todas las bases militares extranjeras en cualquier lugar del mundo.
El activista explicó que en estos momentos existen más de 800 instalaciones de este tipo en 144 países.
Tomado: Granma