El senador ruso Frants Klintsévich, vicepresidente del Comité de Defensa y Seguridad del Consejo de la Federación —Cámara Alta del Parlamento ruso—, señaló el lunes ante la prensa que las maniobras ucraniano-estadounidenses “solo empeoran la situación política y militar en la región”.
En sus palabras, estos ejercicios militares incitan a Ucrania a tomar “acciones mal pensadas, creando en Kiev una ilusión de permisividad”.
“La actitud de Rusia ante estos ejercicios en el mar Negro puede ser solo negativa. No, no representan ningún peligro para nosotros: todo se supervisa en tiempo real y, de ser necesario, reaccionaremos de inmediato”, apuntó el legislador.
Las maniobras navales de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) denominadas ‘Sea Breeze 2018’ comenzaron el lunes en la región ucraniana de Odesa, en el mar Negro, con la participación de 19 países y miles de efectivos de la Alianza Atlántica, informó la agencia estatal rusa RIA Novosti.
El objetivo de los entrenamientos es llevar a cabo una operación naval multinacional de seguridad en una región en crisis, explicó el medio, añadiendo que el mando de los ejercicios corre a cargo de la nave estadounidense Mount Whitney, buque insignia de la Sexta Flota de Estados Unidos.
“La peculiaridad de los ejercicios ucraniano-estadounidenses ‘Sea Breeze 2018’ será el control de las fuerzas de componente naval, aéreo y terrestre directamente desde el mar, a bordo de la nave de mando de la Marina de EE.UU. Mount Whitney”, así señaló, por sus parte, la Armada de Ucrania en un comunicado, en su página de Facebook.
El centro de operaciones desde Mount Whitney además permitirá fortalecer la preparación combinada y la capacidad naval entre los aliados y socios de la Alianza Atlántica, apuntó la Sexta Flota estadounidense en otro comunicado.
En víspera de los ejercicios, la Sexta Flota informó de que el destructor de misiles estadounidense USS Porter había zarpado del puerto de Odesa para participar en las citadas maniobras.
El envío del USS Mount Whitney y Porter a la zona forma parte del plan de Washington para incrementar su presencia naval en el mar Negro, el cual “es parte de su esfuerzo para insensibilizar a Rusia”, según dijo en febrero un oficial del Ejército estadounidense.
Por su parte, Moscú denuncia el refuerzo de las tropas de la OTAN y EE.UU. cerca de sus fronteras occidentales, tachándolo de una “amenaza” para su seguridad nacional y un factor desestabilizador en la región. Es más Rusia ya había advertido anteriormente de la celebración de los juegos de guerra Sea Breeze como un acto “antirruso” y “provocativo”.
Tomado: tercerainformacion