Fuentes de la localidad siria de Al-Jarubiya confirmaron el miércoles que el Ejército de Estados Unidos envió 11 camiones cargados con equipo logístico y vehículos blindados, procedentes del norte de Irak hacia Al-Qamishli, provincia siria de Al-Hasaka (noreste de Siria), a través del cruce fronterizo de Al-Walid, conocido en Siria como Al-Tanf.
Según dichas fuentes, el convoy militar se dirigió a la ciudad siria con el objetivo de apoyar los puntos ocupados por el país norteamericano, especialmente en las áreas de producción de petróleo en la región de Al-Jazeera, situada en la provincia siria de Al-Hasaka.
El Gobierno de EE.UU., el 20 de octubre del año pasado, bajo el pretexto de “proteger” los pozos de petróleo en el país árabe, canceló su anterior decisión de retirar todas sus fuerzas del noreste de Siria, y declaró el despliegue de unos nuevos 500 soldados en esta zona estratégica.
Tras esta iniciativa norteamericana, el secretario de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono), Mark Esper, advirtió de que Washington utilizará una fuerza “abrumadora” contra cualquiera que busque desafiar a los militares de EE.UU. en esta tarea, entre ellos, las tropas rusas o el propio Gobierno sirio.
Durante los últimos meses, las fuerzas de EE.UU. han ingresado gran cantidad de suministros militares en Al-Hasaka, con el objetivo de saquear el petróleo y otros recursos naturales, al respecto, los expertos estiman que la producción petrolera siria ha descendido en la actualidad de 400 000 barriles diarios a unos 80 000.
Desde el 2011, el país árabe sufre un conflicto armado que provocaron grupos terroristas y bandas armadas patrocinadas, según denuncia Damasco, por Arabia Saudí, EE.UU., y algunos países europeos.
En este sentido, las autoridades sirias, por su parte, en reiteradas ocasiones, han condenado la presencia ilegal de EE.UU. en su territorio, argumentando que Washington sigue saqueando flagrantemente los recursos petroleros sirios ante el mutismo internacional.
Tomado: Tercerainformacion