“EE.UU. está ejerciendo una gran presión sobre el Gobierno para evitar que se revelen los resultados de la investigación”, reveló el jueves Muhamad al-Baldawi.
Precisó también que el presidente estadounidense, Donald Trump, interviene personalmente para encubrir los resultados de la investigación sobre el asesinato del teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán y el subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis.
Al-Baldawi añadió que los resultados de la investigación también revelarían el papel de los mercenarios estadounidenses, entre ellos las empresas aéreas y los empleados, en los asesinatos.
Unos días después del crimen estadounidense, el Parlamento de Irak aprobó una resolución pidiendo al Gobierno cancelar la solicitud de asistencia de EE.UU. y poner fin a la presencia de sus fuerzas.
Tras la medida de Bagdad, la exsubsecretaria de Estado estadounidense Wendy Sherman dijo que la decisión del Parlamento iraquí de expulsar a tropas extranjeras es una victoria para Irán y un fracaso para EE.UU.
Como un ataque de represalia, Irán lanzó el 8 de enero los ataques contra las bases estadounidenses en Irak, localizadas en la provincia oriental de Al-Anbar y en la región del Kurdistán, y aseguró que decenas de soldados estadounidenses murieron en el ataque.
Ocho días después del ataque, el Pentágono anunció el 16 de enero, que 11 de sus soldados resultaron heridos. La cifra se elevó poco después, a “un mayor número de soldados heridos”, luego a 34, 50, 64, y ahora a 109.
El Pentágono está elevando el número de los heridos mientras Trump había dicho inicialmente que ningún personal estadounidense resultó herido en el ataque, unas declaraciones que generaron mucha controversia.
Tomado: Tercerainformacio