Naciones Unidas calificó de crimen de guerra la decisión israelí de expulsar al abogado franco-palestino Salah Hammouri a París, tras mantenerlo desde marzo en detención administrativa, sin cargos formales en su contra.
Según Jeremy Lawrence, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la expulsión de una persona protegida del territorio ocupado es una grave violación del Cuarto Convenio de Ginebra.
A juicio del funcionario, “Tel Aviv” envía un mensaje aterrador a los activistas de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados.
La medida destaca la frágil situación de los palestinos en la Jerusalén ocupada, donde la potencia ocupante les otorgó un estatus de residencia revocable bajo la ley israelí, subrayó.
El Alto Comisionado pidió a las autoridades sionistas cancelar la orden de destierro.
Tomado: tercerainformacion