Luego de celebrarse la VI
cumbre de las Américas realizada en la ciudad amurallada de Colombia, lo único
que quedo claro es la forma como EEUU percibe la relación con Colombia, con la
puesta en firme del TLC, y las ventajas arancelarias, con ello EEUU, se
proponer sacar en el menor tiempo nuestros recursos naturales, los ecosistema,
los bosques, los mares y ríos se van a ver afectados como resultado de la búsqueda insaciable
de nuestras riquezas y la puesta en marcha de infraestructura para un mejor
aprovechamiento de los recursos naturales.
Esta infraestructura de fuga
no se instala para generar desarrollo ni progreso sino por el contrario entra a
impactar el medio ambiente y con ello destruye los caminos veredales, las vías
de comunicación que las comunidades han desarrollado para comunicarse. Para el
gobierno Santos esto es desarrollo y el “cumplimiento de su sueño”, por ello,
debemos estar agradecidos con EEUU, porque nos están haciendo el favor, de
llevarse nuestras riquezas y ganancias. Se puede decir que después de la colonia
no hemos avanzado mucho cuando los virreyes y los enviados de la monarquía
llegaban y disponían a sus anchas, sin olvidar que también disponían de las
nativas y las convertían en esclavas sexuales.
En realidad la prueba de lo
que podemos esperar con la firma del TLC, es lo sucedido en Cartagena, los
gringos esperaban que después de usar a las trabajadoras sexuales, estas deberían
no cobrar sus servicios, sino estar agradecidas por el favor de fijarse en
ellas. Esto es lo que EEUU espera de países como Colombia, que antes se
arrodillan pidiendo la firma de un tratado, con la excusa del progreso y
desarrollo. EEUU puede llegar y disponer de lo que encuentre a su paso, que los
colombianos estaremos gratamente satisfechos y dispuestos porque nos tuvo en
cuenta, así sea para que los mercenarios, agentes secretos y toda su comitiva
saciara sus bajos instintos.
Sin duda esta es una muestra
de lo que nos espera con el TLC, los colombianos quedamos reducidos a
prostitutas mal pagas, ofrecidas a la venta por una élite política (proxenetas)
que se espera beneficiar de los acuerdos en detrimento del conjunto de la
sociedad, no debemos olvidar que las multinacionales han financiado a los
grupos paramilitares con ello se ha dado el asesinato de líderes sindicales, el
desplazamiento y el robo de tierras.
Pero ante todo vale más
cumplirle el sueño mesiánico de Santos, que pensar que pasara con los pobres
que son el grueso de la población y la forma cómo van a afrontar el deterioro
que causa la entrada en vigencia del TLC, como bien lo dijo Santos con el
cinismo que lo caracteriza; en los tratados comerciales unos ganan y otros
pierden, por no decir que de entrada entramos perdiendo, similar al caso de las
prostitutas, Colombia tiene que recibirle toda suerte de porquerías mientras
que el país no cuenta ni siquiera con vías de comunicación para sacar sus
productos, sabiendo por supuesto de las trabas que el país del norte va a poner
para recibir cualquier producto nacional.
Cuando esto ocurra el único culpable
va a ser el país, similar a las prostitutas, ellas fueron culpables por exigir
pago y por ello EEUU mando a sus organismos de seguridad para cerciorarse que
la seguridad del país no haya corrido ningún riesgo, lo único que falta es el pedido de extradición
de estas mujeres, sin duda Santos ya estará adelantando la solicitud.
Nota Colombia se convirtió en la Cuba de Batista