De esa manera el área, donde fueron suspendidas las ofensivas desde el pasado domingo para la realización de ese proceso, volverán este martes a militarizarse, a partir de las 06:00 hora local (11:00 GMT).
Así estaba establecido en un protocolo aprobado por los coordinadores y garantes de la operación humanitaria, el cual incluso previa otro cese de acciones entre este martes y jueves próximo.
Sin embargo, las liberaciones de los 10 uniformados por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) -previstas a realizarse en dos etapas- se concretaron en una sola jornada.
Por ello el cese de las acciones militares no se activará nuevamente y continuará la ofensiva contra la insurgencia, con una elevada cuota de colombianos muertos en los últimas semanas.
Colombia pasará así del júbilo por esas liberaciones a la cruda realidad de la guerra, que tiende a intensificarse pese a los clamores dentro y fuera del país por hallar una solución política que permita encontrar el camino hacia la paz.
Las FARC entregaron ayer a una misión humanitaria a 10 retenidos, los últimos prisioneros de guerra que estaban en su poder.
Con ello se cierra un ciclo en la dinámica del conflicto interno, toda vez que las de ese grupo insurgente también proscribió de sus prácticas revolucionarias las retenciones.
Los liberados arribaron a Villavicencio (Meta) en un helicóptero facilitado por el Gobierno de Brasil para el proceso, encabezado por la exsenadora Piedad Córdoba, líder del movimiento civil Colombianos y Colombianas por la Paz, y el Comité Internacional de la Cruz Roja.
En esta ciudad los liberados recibieron las primeras atenciones y fueron trasladados a Bogotá para una evaluación de mayor rigor.
Estos son los militares Luis Arturo Arcia, Robinson Salcedo, Luis Afredo Moreno y Luis Alfonso Beltrán, así como los policías César Augusto Forero, José Libardo, Jorge Trujillo, Jorge Romero, Carlos Duarte y Wilson Rojas.
Tomado: Prensa Latina