Diversas organizaciones sindicales, populares y democráticas han convocado una Cumbre de los Pueblos del 12 al 14 de abril en Cartagena. Respondemos con este importante evento a la llamada “Cumbre de las Américas” que el 14 y 15 del mismo mes y en la misma ciudad, los gobiernos de los diferentes países del continente realizaran en el marco de la OEA; ese instrumento clave por casi cien años para las políticas coloniales y los designios de los EEUU. Ante la crisis total de la OEA, los Estados Unidos intentan maquillarla para retomar su eficiencia y manejo.
Sus políticas son las mismas que el Plan Nacional de Desarrollo impone en Colombia: privatizar la educación y la salud; entregar a las multinacionales los recursos naturales sin importar que al hacerlo arrasen y conviertan en un desierto, o en un pantano, todo el territorio nacional destruido por las minas a cielo abierto. Los grandes monopolios internacionales se la juegan allí toda para aceitar la maquinaria de los TLC. Allí, intentarán modelar lo necesario para aplastar a los pueblos y someterlos a su coyunda. La Cumbre de los Pueblos tiene el compromiso de mostrar una clara línea de acción frente a las llamadas “políticas públicas” con las que el imperialismo y sus instrumentos orgánicos, políticos, culturales, financieros y militares pretenden sobrellevar o superar la crisis del capitalismo, haciendo que la paguemos los pobres del mundo, también en estos países.
Por eso, ADIDA respalda y convoca a participar en las movilizaciones y manifestaciones que hoy se desarrollan en todo el país. Igualmente, asistiremos al evento de Cartagena y a la gran movilización que en esa ciudad realizaremos junto a otras organizaciones. Afirmamos que es clave que allí logremos unificar criterios y propuestas de acción. No basta el mero debate sobre los problemas que nos aquejan a todos los pueblos del mundo, derivadas de la crisis del capitalismo que todos los días se profundiza. Consignas tales como la defensa de la educación pública gratuita, obligatoria, financiada por el Estado, sin intermediarios, de completa cobertura, científicamente fundada, con la garantía de las condiciones materiales para el desarrollo de su práctica que, además, responda a la condición de laica y basada en la libertad de cátedra; es una bandera que debemos levantar no sólo los maestros colombianos, sino todos los pueblos del mundo.
La declaratoria del no pago de la deuda externa, sigue vigente. La ruptura de los tratados militares y el retiro de las bases militares al servicio de las potencias extranjeras, sigue siendo una inspiración de los pueblos de América Latina. El combate contra los TLC hasta impedir que se apliquen, está al orden del día y sólo podremos lograrlo si apelamos a la solidaridad de los pueblos. También lo está la exigencia del fin del criminal bloqueo contra el pueblo cubano.
Pero también hay reivindicaciones que nos unen en otros terrenos: la lucha contra la tercerización laboral, la contratación temporal, las “cooperativas de trabajo asociado”, y otras formas similares con las que pretenden reemplazarlas.
“La educación y la salud no son mercancías sino derechos de los pueblos”, debe ser una convocatoria que nos una a todos y nos movilice; lo mismo ocurre con la lucha contra la privatización de los llamados “servicios públicos” y su conversión en un negocio privado.
Las organizaciones de los trabajadores y de las masas populares deben ser independientes del patrón, del Estado y las iglesias. Deben desarrollarse con autonomía frente a factores externos de poder. Así, será posible avanzar unificando la lucha continental por los mismos intereses de nuestros pueblos. Las organizaciones populares tenemos los mismos enemigos: la dominación imperialista, la opresión, la explotación y las políticas que, contra los pueblos, generan e imponen los gobiernos neoliberales. Por eso, nos unimos al llamado: “!Contra la Cumbre de las Américas… la Cumbre y la Movilización de los Pueblos¡”
Tomado: Agencia prensa Rural