Dos muertos y 760 palestinos heridos es el resultado del primer día de la llamada "tercera intifada" llamada por el movimiento islamista Hamas contra la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Las muertes y los heridos son producto de la respuesta de los soldados del Ejército de Israel ante las protestas con piedrazos y quemas de banderas e imágenes de Trump que sacuden la Franja de Gaza y Cisjordania. Además, aviones israelíes bombardearon posiciones militares de Hamas en respuesta a disparos, sin efecto, de cohetes sobre la ciudad de Sderot, en el sur de Israel.
Según la Media Luna Roja palestina, entre los heridos, 261 recibieron disparos de proyectiles, de plomo y goma, durante las protestas que protagonizaron miles de palestinos en Gaza. En tanto, el diario "Haaretz" indicó que en la ciudad israelí alcanzada por los cohetes de Hamas no se registraron heridos, sino solo daños materiales, ya que uno de los cohetes fue interceptado y el otro no dio en ningún blanco efectivo. Tras la ofensiva israelí sobre la base y el depósito de armas del movimiento radical, resultaron heridas diez personas, según fuentes de seguridad palestinas.
Al otro lado del Atlántico, en una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, los representantes de los Estados Unidos tuvieron que escuchar fuertes críticas de los otros 14 miembros del organismo, que consideraron que la decisión sobre Jerusalén representa "un peligroso caso precedente", según el embajador egipcio, Amr Abdellatif Aboulatta.
Los miles de palestinos que salieron a las calles tras el rezo musulmán del viernes tanto en Cisjordania como en la Franja de Gaza, quemaron banderas y lanzaron piedras y botellas contra los soldados israelíes, que respondieron con disparos. Según un portavoz militar israelí, en Cisjordania se lanzaron disparos al aire, mientras en Gaza se disparó contra los "instigadores" de los disturbios.
"Hoy, en el 30 aniversario de la primera intifada, nuestro pueblo se levanta en rechazo de la declaración de Trump", había señalado Ahmad Bahar, representante de alto rango de Hamas durante el rezo del viernes. También en otros países musulmanes como Turquía, Egipto, Jordania, Líbano, Túnez o Irán se produjeron protestas.
En Jerusalén, los manifestantes se concentraron en el Monte del Templo (Explanada de las Mezquitas), en la ciudad vieja. En la puerta de Damasco, uno de los accesos a la parte antigua de la ciudad, la policía expulsó a decenas de manifestantes.
Antes, la Policía israelí había desplegado un importante contingente adicional de efectivos en Jerusalén e impuso también restricciones por edad en el acceso a la mezquita de Al Aqsa, informó el portavoz de la Policía.
El Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas es un lugar sagrado tanto para judíos como musulmanes. Los palestinos reclaman la parte oriental de Jerusalén —conquistada por Israel en 1967 y anexionada más tarde— como capital de su futuro Estado, pero Israel la considera su capital "eterna e indivisible".
La decisión de Trump rompe con la política seguida por su país durante décadas y también con el consenso internacional, que contempla que el estatus de Jerusalén debe ser negociado entre israelíes y palestinos. Además, Trump ordenó el traslado de la embajada de su país de Tel Aviv a esa ciudad, un paso que quizá no sea posible antes de 2019, según matizó el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson.
Como respuesta política, el presidente palestino, Mahmud Abbas, no se reunirá en Belén como estaba previsto con el vicepresidente estadounidense Mike Pence el 19 de diciembre, según adelantó el exjefe de Seguridad Yibril Rayub, sin que sea confirmado oficialmente. También el gran imán de Al Azhar, la principal autoridad religiosa de Egipto, canceló un encuentro previsto con Pence para un día después.
Rayub pidió además a todos los países árabes que no se reúnan con representantes estadounidenses. Según la BBC, Washington había alertado a Abbas de consecuencias de cancelar el encuentro, pero su portavoz dijo a Al Yazira que "Jerusalén es más importante que cualquier encuentro con Pence o cualquier representante estadounidense".
Las manifestaciones se sucedieron también en todo el mundo árabe y musulmán. En Turquía, los manifestantes ondearon banderas palestinas y gritaron lemas como "Estados Unidos asesinos", mientras en Irán los manifestantes quemaron banderas estadounidenses en protestas organizadas por las autoridades.
El presidente de Túnez, Beji Caid Essebsi, convocó al embajador estadounidense en protesta por la medida y miles de personas salieron a las calles a protestar al grito de "Jerusalén es nuestra ciudad".
Cientos de manifestantes salieron también a las calles de El Cairo y se reunieron ante la mezquita de Al Azhar y gritaron lemas como "Jerusalén es árabe", al tiempo que pedían "la unidad árabe contra el ataque sionista", en medio de un despliegue policial.
También en Ammán, la capital jordana, miles de personas participaron en una marcha de protesta tras los rezos del viernes. En Líbano se produjeron manifestaciones en la capital Beirut y en los campamentos palestinos, donde se quemaron neumáticos y banderas israelíes.
En Bagdad los musulmanes salieron a la calle tras los rezos del viernes, para protestar contra la decisión de Trump, informó la agencia de noticias Al Sumaria. La comunidad islámica turca Milli Görüs organizó actos de protesta delante de las embajadas de Estados Unidos y los Parlamentos de 14 capitales de la Unión Europea.
Por otra parte, banderas israelíes fueron quemadas durante una protesta cerca de la embajada estadounidense en Berlín, donde se manifestaron unas 1.200 personas. Y unos 1.000 palestinos que residen en Grecia se dieron cita en Atenas.
Tomado: Pagina/12