Según la RAE la ética se
define como; conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en
cualquier ámbito de la vida, y hace parte de la filosofía que trata del bien y
del fundamento de sus valores. Entendiendo esto, se podría decir que cualquier
político que busca el apoyo de una sociedad debería tener como fundamento
propio una ética como persona y como profesional, que solo busca el bien común
para todos los que lo apoyaron en las urnas.
Esto sin contar que deben
existir un conjunto de normas y leyes que los políticos deben cumplir, para
evitar que su paso por la administración pública no afecte a los sufragantes o
se tomen medidas contrarias a lo que establece la ley. Y contar con una hoja de
vida sin alteraciones, es decir, en Colombia para postularse a cualquier cargo
de elección popular, no se necesitan mayores requisitos; salvo ser colombiano
de nacimiento y saber leer y escribir, no estar sujeto en investigaciones
legales o tener condena pendiente. Estos requisitos a grosso modo son los más
importantes.
Pese a esto, las
agrupaciones políticas que se hacen llamar partidos han invertido gran capital
en darle cabida a toda suerte de delincuentes, quienes cuentan con toda una
maquinaria o red de corruptos que van comprando votos, lo mínimo, hasta casos
de políticos muertos a manos de sus oponentes, estos partidos dan el salto a
organizaciones criminales, que se nutren de negocios ilícitos con compañías
extranjeras que se instalan en el país, con un supuesto portafolio de negocios,
lo que conocemos como la confianza inversionista, un caso que ejemplifica, pero
no el único es el de la multinacional ODEBRECHT, que valga la pena recordar
mientras en otros países se ha investigado y sancionado a los políticos y
empresarios involucrados en este caso de corrupción en Colombia apenas han
investigado a un ex ministro y otro delincuente.
Pero los partidos no solo
incurren en prácticas corruptas, que además son consideradas como un delito
menor, mientras el país se encuentra en nivel bajo en educación, salud,
vivienda y peor aún con un nivel de desarrollo comparado con los países más
pobres. La construcción de infraestructura se hace a pasos de tortuga, mientras
políticos y empresarios se enriquecen con los dineros de hacer vías y puentes,
los que algún día terminan estas obras, tienen elevados sobre costos, demanda
por incumplimientos y son tan de mala calidad que se derrumban o se convierten
en elefantes blancos que no sirven sino para albergar ratas.
La corrupción ha permeado
todas las instituciones del Estado y todas las ramas del poder público, que va
desde el presidente hasta las Cortes, entidades que deberían tener como
fundamento la ética profesional y el respeto por el cargo que ostenta, parece
que las facultades de derecho de todas las universidades dictaran una materia
enfocada hacia la corrupción, como ser un buen corrupto, o robe y delinca sin
dejarse pillar, o como escalar más ascensos para delinquir mejor, esta parece
que fue la catedra que aprendió el vice fiscal anticorrupción, que si el fiscal
general su jefe inmediato sintiera respeto por la entidad o por el cargo para
el que fue designado hace rato se había apartado, pero como no vio ética en la
facultad de derecho, no sabe qué es eso,
Siguiendo la misma línea está
el aval que los partidos les dan a corruptos y delincuentes, con el fin de
tener mayor representación en determinadas zonas y mayores ganancias, entre más
curules, alcaldías, gobernaciones se tenga se obtienen mejores beneficios, no
para los habitantes de las regiones sino para el negocio particular que tienen
los partidos políticos.
La política se convirtió en
el negocio más lucrativo de empresarios y políticos, que para no quedarse fuera
del botín del Estado han ingeniado numerosas estrategias, buscando el mismo
fin, es el caso de la cantidad de políticos que se inscribieron o buscaron
hacerlo con la recolección de firmas. En un país ideal, esta sería una muestra
de la verdadera democracia, la participación de una gama de políticos,
empresarios, militares y gente de bien buscando el bienestar de una nación.
Pero las razones altruistas
no están en la agenda de estos políticos, todos buscan a como dé lugar llegar a
la casa de Nariño, con intereses propios y con toda una maquinaria que los ha
apoyado, se entiende que un político no va invertir billones para ganar 30
millones al mes, dentro de la lógica del mercado esta fuera de lugar, ni los
que apoyaron van a recibir menos de lo invertido en contratos y participación burocrática,
Estas son las bases con las
que se construyó la democracia colombiana, los políticos legislaron para su
beneficio, lo que permite las prácticas clientelistas, el tú me eliges yo te
elijo y un entramado donde va fluyendo la plata de vías de contratación de
venta de activos de la nación de impuestos y de las casi inexistentes políticas
sociales. El sistema es tan corrupto que
permite que delincuentes investigados y juzgados huyan del país o los que son
culpables paguen unas mínimas condenas en sus lujosas casas producto del delito
o que vuelvan a la política, como los parapolíticos o el ex procurador
sancionado por corrupto que ahora busca la presidencia del país.
Frente a todo esto resulta
lamentable que no exista ni siquiera una sanción moral de la ciudadanía a todos
los corruptos que nos han gobernado mal, ningún gobierno ha logrado eliminar
las causas de la pobreza, exclusión y marginalidad de buena parte de los
colombianos, seguimos siendo el segundo país más desigual del mundo, con
políticos corruptos manejando los dineros del desarrollo y la equidad.
Para terminar se puede decir
que mientras se siga votando por clanes familiares y dinastías políticas,
seguiremos estando en la marginalidad y la pobreza, que genera violencia y el
conflicto seguirá con los mismos o distintos actores que buscaran sus propios
objetivos.