Los residentes del campamento 8 de marzo, del municipio de Riversul, en São Paulo, son amenazados por grupos de guardias armados, intentan entrar en el lugar.
Las intimidaciones comenzaron hace tres días, sin embargo, este domingo (27), se intensificaron. En el intento de expulsar a las familias, los agresores llegaron a llevar el ganado hacia el campamento.
“Un grupo de personas intentó forzar el paso por dentro del campamento. Con la llegada de la Policía Militar hicimos un boletín de emergencia y ellos retrocedieron “, cuenta Adalberto de Oliveira, integrante de la dirección estatal del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra.
Las familias luchan desde hace más de 10 años para ser asentadas en la Hacienda Can Can. El área que pertenecía a la USP y fue repasada al gobierno de São Paulo para la realización del asentamiento.
“Este clima de tensión es generado por la ineficiencia del Poder Judicial en resolver esa situación. Hay un decreto desde 2009 que destina el área para la reforma agraria. Pero desde entonces, algunas personas han ocupado irregularmente se comercializan partes de ella “, explica el dirigente del MST.
Mientras el proceso se arrastra en la justicia, las familias siguen amenazadas por los poses y hacendados que utilizan el área irregularmente.
Edición: Katarine Flor /Brasil de Fato
Tomado: Tercerainformacion
