Es de sobra conocido que Estados Unidos, ‘el país más rico del mundo’, tiene uno de los peores niveles de desigualdad, pobreza y mortalidad infantil de todas las naciones ricas, sin mencionar racismo, violencia, segragación y falta de oportunidades para la mujer y derechos laborales. El imperio está en decadencia y ya ha sido superado en varias áreas por sus competidores.
Las Naciones Unidas van más allá. En un informe firmado por el nombrado relator de la ONU Philip Alston [oficia HRC] [web de Human Rights] [pdf Es] sobre la extrema pobreza y los derechos humanos en Estados Unidos concluyen que el presidente Donald Trump y el Congreso controlado por los republicanos “deliberadamente ” trabajan para empeorar la situación de sus clases bajas al hacer la guerra a los pobres mientras derrocha en los ricos con recortes impositivos masivos.
El hecho más destacado y que motivó la investigación fueron los anuncios de más recortes fiscales a las rentas altas después de el recorte fiscal de 2017 ‘el más grande recorte de impuesto de la historia de los estados unidos’ [1] en que se produjo una transferencia de rentas de la clase pobre a la rica de 1.5 billones $ [1.5 trillones americanos]. Trump espera alcanzar a los 3.5 billones en los próximos 10 años
Tomado: Matrizur.org