Las autoridades ucranianas, basándose en imágenes satelitales de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), dicen que Rusia ha desplegado decenas de tanques y vehículos blindados en dos zonas cerca de la frontera ucraniana, controlada por los separatistas prorrusos del este de Ucrania.
Además, explican, ha estacionado aviones militares en una base aérea en Crimea, (península que decidió en 2014 reunificarse a la Federación rusa).
Los cazas II-76 también han llegado a la ciudad de Dzhankoi (norte de Crimea), donde Moscú ya había desplegado sus sistemas de misiles antiaéreos S-400, entre otras armas más sofisticadas del arsenal ruso, según informaron el mes pasado los medios locales.
“Lo que observamos aquí es una concentración de armamentos rusos en nuestra frontera no unas maniobras rutinarias”, informa este sábado Volodymyr Fesenko, director del Instituto Penta de Estudios Internacionales en Kiev, capital ucraniana, al diario estadounidense The New York Times, reflejando así la preocupación de las autoridades ucranianas al respecto.
El diario neoyorquino recuerda que el director del servicio de Inteligencia de Ucrania, Vasyl Hrytsak, advirtió el viernes que Rusia podría “invadir militarmente” el país el sábado, pretextando la disputa de las iglesias ortodoxas.
“La disputa de iglesias podría convertirse en un pretexto para comenzar una invasión militar”, indicó Hrytsak. Este sábado, subraya The New York Times, sin embargo, “no empezó ninguna invasión”.
Kiev ha organizado un concilio para crear una iglesia independiente. Los jerarcas de la Iglesia ortodoxa ucraniana leales a Moscú, no obstante, han rechazado hoy en masa la iniciativa.
Este mismo sábado un grupo de individuos ha irrumpido en la Catedral de la Transfiguración del Señor de la Iglesia ortodoxa ucraniana del patriarcado de Moscú en la ciudad de Vinnitsa, en el oeste de Ucrania, según ha informado la agencia de noticias rusa Sputnik. Entre 2014 y 2016 el patriarcado de Moscú ha perdido 40 iglesias en territorio ucraniano.
Las tensiones entre Kiev y Moscú aumentaron después de que Kiev acusara a Rusia de disparar contra sus barcos en “una escalada premeditada” y de herir a varios de sus efectivos, y ha solicitado ayuda militar a sus aliados occidentales para afrontar lo que llama la “agresión” rusa.
Las autoridades rusas, por su parte, acusan a Kiev de escenificar una provocación para aumentar la tensión en la zona y llevar al Occidente a imponer nuevas sanciones a Moscú.
Tomado: Tercerainformacion