Mientras el presidente de Chile, Sebastián Piñera, festejaba el primer aniversario de su elección como mandatario en el Palacio de Cerro Castillo, un lujoso lugar de descanso presidencial, con vista a las costas de Valparaíso y Viña del Mar, a pocas cuadras los trabajadores del famoso puerto chileno eran duramente reprimidos por Carabineros, la policía del Estado.
Ellos también estaban de aniversario: el domingo se cumplió un mes desde el inicio del paro portuario que tiene en pausa las aguas comerciales de Valparaíso, y que comenzó en noviembre en demanda de mejores condiciones laborales.
Este lunes, la policía chilena allanó violentamente el edificio del sindicato de trabajadores en el que se encuentran parte de los funcionarios en lucha, lanzando bombas lacrimógenas e ingresando a la fuerza.
Asimismo, un automóvil sin patente se presentó en el lugar y arrolló de manera intencional a tres personas que participaban de las protestas afuera del inmueble, antes de darse a la fuga. El hecho dejó en estado de gravedad a una fotógrafa y a dos dirigentes comunitarios.
Al mismo tiempo, desde los cerros y calles del puerto chileno, miles de personas se sumaron a un cacerolazo general en apoyo a los trabajadores, quienes han denunciado amenazas y persecuciones por parte de la empresa y de anónimos para deponer el paro.
Debido a los incidentes de la noche del lunes, la Unión Portuaria de Chile, informó que trabajadores de otros puertos de nueve ciudades del país se sumaron a la paralización, generándose una movilización a nivel nacional.
¿Por qué protesta el Puerto?
Las movilizaciones son llevadas a cabo por los operarios eventuales, es decir, aquellos trabajadores que solo son convocados a laborar cuando hay exceso de trabajo en el puerto, lo que implica una serie de condiciones críticas: No tener estabilidad laboral ni contrato, lo que implica la ausencia de derechos, de beneficios y de protección al trabajador.
Por ello, el viernes 16 de noviembre, 600 operarios eventuales de las terminales portuarias Cerros de Valparaíso (TCVAL) y Pacífico Sur (TPS). Si bien los primeros lograron un acuerdo con su empresa, con los funcionarios del TPS no fue así, por lo que continúan movilizados.
Las exigencias de los portuarios se basan en tres puntos:
- Constituir una mesa de diálogo para discutir sus condiciones laborales.
- El pago de un bono.
- El compromiso de no perseguir ni llevar a cabo represalias por parte de la empresa a los trabajadores que participan de las movilizaciones.
Tomado: tercerainformacion