“Unos 35 tanques y armas pesadas [...] atravesaron al final de la tarde (del sábado) el puesto fronterizo de Yarabulus”, indicó el director del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.
En declaraciones a la agencia francesa AFP, Abdel Rahman detalló que los refuerzos se dirigieron a una localidad cerca del río Sajur, entre Yarabulus y Manbiy, cerca de las líneas de frente en donde están desplegados los combatientes kurdos del consejo militar de Manbiy.
Esta medida tiene lugar tras el sorpresivo anuncio hecho el miércoles por el presidente de EE.UU., Donald Trump, sobre la retirada de los militares norteamericanos de Siria, en momentos en que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha adelantado que lanzará en breve una ofensiva para eliminar a las milicias kurdas en Siria.
El nuevo despliegue turco ha sido corroborado por un cabecilla de un grupo armado apoyado por Ankara en Siria. Según el opositor citado de manera anónima por el mismo medio galo, las bandas proturcas habrían pedido además a las facciones aliadas “mantenerse en estado de alerta”.
Desde el inicio del conflicto sirio en 2011, Ankara siempre trató de eliminar a las kurdo-sirias Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), pues considera que estas están vinculadas con el grupo terrorista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo).
De hecho, los turcos temen que se instale cerca de su frontera sur un embrión de Estado kurdo, lo que podría fortalecer las ambiciones separatistas de la minoría kurda en Turquía.
Ankara ya ha desarrollado dos operativos en el norte de Siria desde 2016, a pesar de que no contaba con el consentimiento de Damasco. La última de ellas, iniciada a principios de este año, permitió a Turquía e insurgentes aliados apoderarse de Afrin, en el norte de la provincia septentrional siria de Alepo, y uno de los tres cantones de la región federal autoproclamada por los kurdos en 2016.
Tomado: Tercerainformacion