Rusia reiteró ayer su rechazo a las acusaciones de Estados Unidos acerca de una supuesta violación del Tratado de Armas Nucleares de mediano y corto alcance (INF), para lo cual nunca presentó pruebas concretas.
En cinco años de discusiones sobre el cumplimiento del INF, Washington fue incapaz de presentar al menos una prueba creíble de su presunta violación por nuestro país, declaró el viceministro ruso de Asuntos Exteriores Serguei Riabkov.
Tampoco recibimos respuesta alguna a la iniciativa formulada por nuestro ministro de Defensa, Serguei Shoigu, al jefe del Pentágono, James Mattis, para un análisis de ese asunto a nivel de expertos militares, señaló Riabkov.
Rusia no fabricó ni probó misiles que puedan caer dentro de los parámetros establecidos en el inf, es decir, entre 500 y 5 500 km, y eso incluye al nuevo misil alado ruso 9m729, el cual posee un alcance de 480 km, explicó al diario Kommersant.
Sin embargo, la Casa Blanca señala, sin prueba alguna, que los referidos cohetes alados pueden alcanzar una distancia mayor, si se les suministra el debido combustible, algo que el Kremlin considera totalmente absurdo.
Igualmente, Moscú rechaza el ultimátum anunciado la pasada semana por el secretario de Estado, Mike Pompeo, que da 60 días a Rusia para su supuesto regreso al cumplimiento del mencionado arreglo.
Rusia denunció que en un primer momento la Casa Blanca informó sobre su salida unilateral del INF, pero ahora busca justificar el abandono del concierto con la presunta violación de ese tratado por parte de esta nación.
Tomado: Granma