La firma de la paz con el
gobierno de Santos y las FARC-EP, fue uno de los acontecimientos que marcaron
la última década, no solo por ser las FARC la guerrilla más grande y sólida,
sino porque no existía un interés real del Estado por la paz, como tampoco existe
hoy.
Aunque, esta firma parece que
desde el comienzo empezaba a caminar coja, la pérdida del plebiscito y el
desmantelamiento del Acuerdo, siguiendo la modulación del Congreso y la Corte, hicieron
trizas lo poco que quedo, aun así, se siguió cumpliendo con lo acordado, pese a
que, desde el gobierno, se olvidó del tema.
Las FARC-EP ahora como FARC
empezaron a delinear la construcción del partido, el cual, pretendía consolidar
las banderas de su lucha y con ello impulsar la implementación del Acuerdo. El gobierno
como contraprestación por la entrega de las armas, les otorgó 10 curules, en las
que debería respetar el 30% de cuota femenina, debido a su carácter insurgente
donde las mujeres siempre tuvieron los mismos deberes que los hombres debería
ser 5 y 5, hombres y mujeres, hoy solo son 2, con poca visibilidad.
Es de conocimiento de todos
que el partido FARC, empezó a hacer visibles las fracturas que debieron haber
existido antes, pero que la capacidad de comandantes como Cano, Reyes o Briceño,
no permitieron esas disputas por el poder, llevaran al traste años de lucha de
una guerrilla, no de individuos con intereses personalistas o de figurar en el
ámbito nacional, no por su capacidad militar, sino por debilidad al enfrentar
al enemigo, cada cual sabrá.
Esto me recuerda, según se
conoció a posteriori, que Santos traición la mano extendida que le dio Alfonso Cano,
cuando lo mando asesinar, su cuerpo todavía, tibio, no fue razón suficiente
para que se evaluara que tipo de paz se esperaba del gobierno, sino que inmediatamente,
Catatumbo con el emisario del gobierno le mando a decir a Santos, que seguía con
los acercamientos, realmente esta era la paz o existía un afán por firmar
cualquier cosa y así evitar la confrontación armada, cada cual evaluara su
condición.
Sobre estas bases se empezó a
delinear el partido político, una definición de la ciencia política dice: “organización
política con cierta ambición de permanencia que agrupa a una serie de personas
relativamente cohesionadas en torno a una ideología y, sobre todo con la voluntad
de llegar al poder público”. La pregunta que surge será que realmente este es
el interés del partido FARC, o simplemente se acomodaron a las migajas que les dio
el Estado.
Si estas son las intensiones
se debería empezar a construir un partido, a decir verdad, partido como tal no
existe, solo un reconocimiento de participar en 2 periodos electorales, que no
definen un partido, el sustento lo dan los electores, que hasta el día de hoy
no existen.
Las disputas internas hasta
ahora han marcado profundas grietas, entre diversas posturas, que parecen que
no persiguen los mismos intereses, que el partido este virando hacia la derecha,
supone una desviación ideológica, todos saben lo que eso significaba en la
guerrilla, desconozco por completo los motivos de la expulsión de algunos
miembros y, a decir verdad, no es algo que me interese.
Lo que si me concierne es como
militante y lo planteo abiertamente, yo no luche para que al final del día un
grupo reducido se acomode en el poder, se constituya como una élite, que tiene
un sueldo de congresista, mientras los demás no recibimos ni tan siquiera el
respeto por nuestra lucha.
Las diferencias sociales
empiezan por quien tiene mayor capacidad económica, mejores sueldos y un largo
etc, ustedes que estuvieron en Cuba se debieron dar cuenta que estas
diferencias, casi no existen.
La élite que se armo al
interior de FARC ha hecho que solo sus amigos, sus aduladores y otros más que
nunca lucharon sean los que reciban las migajas que les ofrece la paz, los
demás que se arreglen como puedan. Son los mismo que no han aprendido a leer a
la derecha, su solidez se basa no solo en que son una banda de delincuentes,
sino que jamás se convierten en enemigos; o sino miren lo que ha pasado con la
corrupta vicepresidenta.
El partido FARC viene dando
pasos agigantados en su cooptación, esperando tal vez que algún partido les de
una palomita, pero para esos, ustedes siempre serán parias, guerrilleros y de
todo, el partido es una construcción colectiva, sino existe tampoco existe
partido.
¿La pregunta final de qué lado
de la historia quieren estar?
At ex militante FARC-EP.