miércoles, 24 de junio de 2020

Carta abierta a FARC


La firma de la paz con el gobierno de Santos y las FARC-EP, fue uno de los acontecimientos que marcaron la última década, no solo por ser las FARC la guerrilla más grande y sólida, sino porque no existía un interés real del Estado por la paz, como tampoco existe hoy.

Aunque, esta firma parece que desde el comienzo empezaba a caminar coja, la pérdida del plebiscito y el desmantelamiento del Acuerdo, siguiendo la modulación del Congreso y la Corte, hicieron trizas lo poco que quedo, aun así, se siguió cumpliendo con lo acordado, pese a que, desde el gobierno, se olvidó del tema.

Las FARC-EP ahora como FARC empezaron a delinear la construcción del partido, el cual, pretendía consolidar las banderas de su lucha y con ello impulsar la implementación del Acuerdo. El gobierno como contraprestación por la entrega de las armas, les otorgó 10 curules, en las que debería respetar el 30% de cuota femenina, debido a su carácter insurgente donde las mujeres siempre tuvieron los mismos deberes que los hombres debería ser 5 y 5, hombres y mujeres, hoy solo son 2, con poca visibilidad.

Es de conocimiento de todos que el partido FARC, empezó a hacer visibles las fracturas que debieron haber existido antes, pero que la capacidad de comandantes como Cano, Reyes o Briceño, no permitieron esas disputas por el poder, llevaran al traste años de lucha de una guerrilla, no de individuos con intereses personalistas o de figurar en el ámbito nacional, no por su capacidad militar, sino por debilidad al enfrentar al enemigo, cada cual sabrá.

Esto me recuerda, según se conoció a posteriori, que Santos traición la mano extendida que le dio Alfonso Cano, cuando lo mando asesinar, su cuerpo todavía, tibio, no fue razón suficiente para que se evaluara que tipo de paz se esperaba del gobierno, sino que inmediatamente, Catatumbo con el emisario del gobierno le mando a decir a Santos, que seguía con los acercamientos, realmente esta era la paz o existía un afán por firmar cualquier cosa y así evitar la confrontación armada, cada cual evaluara su condición.

Sobre estas bases se empezó a delinear el partido político, una definición de la ciencia política dice: “organización política con cierta ambición de permanencia que agrupa a una serie de personas relativamente cohesionadas en torno a una ideología y, sobre todo con la voluntad de llegar al poder público”. La pregunta que surge será que realmente este es el interés del partido FARC, o simplemente se acomodaron a las migajas que les dio el Estado.    

Si estas son las intensiones se debería empezar a construir un partido, a decir verdad, partido como tal no existe, solo un reconocimiento de participar en 2 periodos electorales, que no definen un partido, el sustento lo dan los electores, que hasta el día de hoy no existen.

Las disputas internas hasta ahora han marcado profundas grietas, entre diversas posturas, que parecen que no persiguen los mismos intereses, que el partido este virando hacia la derecha, supone una desviación ideológica, todos saben lo que eso significaba en la guerrilla, desconozco por completo los motivos de la expulsión de algunos miembros y, a decir verdad, no es algo que me interese.

Lo que si me concierne es como militante y lo planteo abiertamente, yo no luche para que al final del día un grupo reducido se acomode en el poder, se constituya como una élite, que tiene un sueldo de congresista, mientras los demás no recibimos ni tan siquiera el respeto por nuestra lucha.

Las diferencias sociales empiezan por quien tiene mayor capacidad económica, mejores sueldos y un largo etc, ustedes que estuvieron en Cuba se debieron dar cuenta que estas diferencias, casi no existen.

La élite que se armo al interior de FARC ha hecho que solo sus amigos, sus aduladores y otros más que nunca lucharon sean los que reciban las migajas que les ofrece la paz, los demás que se arreglen como puedan. Son los mismo que no han aprendido a leer a la derecha, su solidez se basa no solo en que son una banda de delincuentes, sino que jamás se convierten en enemigos; o sino miren lo que ha pasado con la corrupta vicepresidenta.  

El partido FARC viene dando pasos agigantados en su cooptación, esperando tal vez que algún partido les de una palomita, pero para esos, ustedes siempre serán parias, guerrilleros y de todo, el partido es una construcción colectiva, sino existe tampoco existe partido.

¿La pregunta final de qué lado de la historia quieren estar?

At ex militante FARC-EP.