La revista en hebreo Mako ha publicado recientemente una serie de documentos clasificados en los que se recoge cómo Israel secuestró, entre los años 1946 y 1960, a niños de los refugiados árabes, concretamente de los yemeníes, para luego someterlos a exámenes clínicos.
En dichos experimentos, según detalla el dossier, las autoridades israelíes llevaron a cabo varias pruebas con la sangre de los menores para demostrar su origen africano. Además, les extraían los órganos y, en dichas prácticas, muchos murieron.
El informe desvela también una prueba de drogas que realizaron los israelíes para tratar la desnutrición. Para conseguir este objetivo, inyectaron un tipo de proteína en la sangre de los niños, ocasionándoles la muerte a la gran mayoría.
Estas acciones, que se ejecutaron con el pleno apoyo de las autoridades estadounidenses, muestran las políticas racistas que el régimen de ocupación aplica contra los refugiados africanos y otras minorías étnicas.
Con fecha anterior, el diario local Israel Hayom desveló que el Ministerio Federal de Salud de EE.UU. transfirió en la década de 1950 unos exámenes de rayos X a los territorios ocupados palestinos para probar un tratamiento con radiación. Como el empleo de estos métodos estaba prohibido en territorio norteamericano, Washington pidió a Israel que los probara en niños migrantes judíos y árabes.
Durante esos experimentos, más de 100 000 niños fueron evaluados para encontrar una forma de tratar la calvicie con rayos X. Sin embargo, la mayoría de estos menores murió al sufrir enfermedades cancerígenas causadas por estas investigaciones.
El propio rotativo también publicó en 2017 unas imágenes de niños yemeníes que fueron sometidos a experimentos médicos en los centros israelíes, precisamente sin el consentimiento de sus padres.
Más de 51 000 judíos de Yemen emigraron a las tierras ocupadas por Israel desde la formación ilegal de este régimen en 1948. La mayoría de la comunidad —casi 50 000 personas— fue trasladada en la operación alfombra mágica en 1949 y 1950.
Otro informe publicado anteriormente por el periódico israelí Yedioth Ahronoth también informó de que las compañías vinculadas al ministerio de salud de Israel habían realizado miles de pruebas de drogas peligrosas en los prisioneros árabes y palestinos, muchas de los cuales causan cánceres y otras enfermedades.
Las autoridades palestinas han advertido en varias ocasiones de los actos criminales del régimen israelí contra los palestinos. En 2019, el jefe del Comité de Seguimiento de Ciudadanos Árabes en los territorios ocupados, Muhamad Baraka, denunció que los palestinos recluidos en las cárceles israelíes estaban siendo utilizados como conejillos de Indias en nuevos ensayos clínicos.
Tomado: Tercerainformacion