La cuestión principal rebasa la mera publicación de un libro. El hecho verdaderamente trascendente resulta su capacidad de revelar, una vez más, las características del sistema imperialista al interior de la Casa Blanca: su ideología hegemónica, su doctrina guerrerista y coercitiva hacia otras naciones por encima del Derecho Internacional y, especialmente, sus profundas contradicciones.
El libro de memorias de John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional de la administración de Donald Trump, titulado The Room Where It Happened: A White House Memoir (La habitación donde ocurrió: una memoria de la Casa Blanca), que por estos días acapara la atención de los medios de prensa, pone al descubierto las esencias del establishment estadounidense, que permanecen inmutables, más allá de quien ocupe la silla del Despacho Oval. Por encima de la crítica a las acciones o a la obsesión de reelección de un presidente, manifiesta cómo «piensa y se proyecta» el sistema imperial en conjunto.
La Doctrina Monroe, sintetizada en la conocida frase «América para los americanos», fue concebida en 1823 y, desde entonces, ha estado presente en la política exterior de ee. uu., como también sus ansias de dominación sobre los pueblos de Nuestra América. Las declaraciones del texto de Bolton lo ratifican al develar el verdadero interés de Washington por Venezuela. Por un lado, mostraba su preocupación por la relación de Caracas con Cuba, Rusia, China e Irán, y, por otro, reconoce que: «Trump insistió en que quería opciones militares para Venezuela y, luego, quedársela porque “es realmente parte de Estados Unidos”». Así piensan en la Casa Blanca y después se empeñan en engañar al planeta con campañas en nombre de la supuesta «libertad, los derechos humanos y la democracia» para conseguir sus objetivos.
Así ha actuado históricamente Estados Unidos. Cambia la táctica, pero mantiene su estrategia hegemónica a nivel mundial. Este libro lo ratifica con numerosos ejemplos. ¿Por qué revelarlo ahora? Quizá porque el sistema estadounidense está sacudido por una profunda crisis, debido al mal manejo de la pandemia de la
covid-19, la brutalidad policial, el racismo y la desigualdad, entre otros factores.
La difusión de la obra se convierte en una válvula de escape a esas contradicciones y descubre implícitamente las pugnas políticas en Washington, que están a la orden del día en tiempos electorales. El propio Bolton las evidencia. No olvidemos que este halcón imperial comulgaba o aceptaba, hasta hace muy poco tiempo, las ideas de Trump como miembro de su camarilla, esas que hoy mismo denuncia en su publicación.
Sobre Cuba, las mismas mentiras de antaño. Olvidó Bolton que, desde hace mucho tiempo, el pueblo cubano es consciente «de que no se puede confiar en el imperialismo pero ni tantico así, nada». La respuesta de esta Isla tiene más de 60 años.
Tomado: Granma