El pasado 23 de junio se
llegó al acuerdo bilateral de cese al fuego entre el gobierno y las FARC, lo
que equivale al fin de la confrontación armada, la trascendencia de este
acuerdo, es que se llega al fin de lo que por más de medio siglo, ha regido la
historia, colombianos de diversas tendencias políticas y económicas se han
enfrentado, dejando destrucción, desplazamiento y muerte, sin que mediara
acuerdo alguno. Pese, a existir procesos de paz desmovilizaciones y entrega de
armas de diversos grupos armados.
La importancia de este
acuerdo se centra, en que nunca más se usaran las armas para defender ideas, o
eliminar al adversario político o peor aún utilizar las armas del Estado para
eliminar la diferencia o al contradictor político. Esta garantía sin duda, la
da la participación de la Comunidad Internacional, representada en los países
garantes y acompañantes, respaldados por la ONU.
Si bien, este proceso
representa un gran salto para la existencia de la paz en el país, es incompleto
si se tiene en cuenta que la segunda guerrilla más antigua el ELN, no ha
pactado ningún acuerdo con el gobierno que implique un verdadero cese bilateral
del fuego, esto representa la continuidad de los enfrentamientos armados en
diversas regiones, lo que puede llevar a que el ejército argumente operaciones
en contra del ELN, sin que se trate de esta guerrilla, o como ha ocurrido se
culpe a una u otra guerrilla de hechos propios de la guerra, lo que puede
llevar a poner en duda el cese bilateral y genere desconfianza al interior de
la sociedad o el estancamiento de los diálogos.
Por otro lado, la existencia
del paramilitarismo que opera en casi toda la geografía nacional, sin que desde
el Estado se tomen medidas ciertas para acabar definitivamente con este
fenómeno. La existencia de estos grupos que continúan con su accionar
delictivo, y entre otras cosas se opone a la restitución de tierras a sus
verdaderos dueños, puede dar al traste con los acuerdos pactados.
Sin olvidar el papel que ha
jugado la ultraderecha que además se ha beneficiado del despojo de tierras que utiliza
los medios del Estado para instigar en contra de la restitución y de los acuerdos
en la mesa de La Habana, esto puede significar un apoyo a la continuidad de la
guerra.
Pues, aunque los acuerdos
resultan excepcionales, la historia de Colombia nos ha demostrado lo contario,
o sino como se explica acontecimientos como el caso del partido político Unión
Patriótica u otros procesos de paz, sin que sea necesario hacer mención.
A esto, se agrega, las
nuevas leyes que se han aprobado desde el Congreso y que cuentan con el visto
bueno del gobierno; como el nuevo código del policía, que cierra la
participación en la plaza pública, es decir, no podrán existir paros,
manifestaciones en las vías, tomas pacificas de tierras, lo que equivale a no
decir nada y aceptar las medidas que tome el gobierno así vayan en contravía de
la ciudadanía so pena de perder la libertad, el allanamiento a residencias sin
una orden o las detenciones arbitrarias sin que exista orden, esto nos recuerda
el estatuto de seguridad del gobierno Turbay que incentivo la guerra, con un
saldo trágico de desapariciones forzadas.
Para garantizar que no haya
desobediencia está el ESMAD, por ello, el gobierno anuncio su crecimiento, a
pesar, de ser denunciado por la violación a los derechos humanos, por el exceso
de fuerza desplegada contra ciudadanos indefensos.
Es de entender, como lo ha
anunciado la insurgencia; renuncian a las armas pero no a las reivindicaciones
políticas y sociales, estas se deben defender en la plaza pública donde se
convoque a la ciudadanía. Es decir, la protesta se traslada del campo a la
ciudad, lo que implica según el gobierno que debe haber más pie de fuerza en la
ciudad, tal vez para sofocar brotes de inconformismo, o por incumplir lo
pactado, como suele suceder en el país del sagrado corazón.
Una pregunta final realmente
el último día de la guerra fue el 23 de junio, cuando el gobierno anuncia que
arreciará contra el ELN, con toda la artillería, que pasa con las poblaciones
que son el teatro de operaciones, este es el mismo escenario.