Francisco Gonzáles comandante guerrillero, formado al calor
de la lucha callejera; en una charla informal con el Grupo Quimera, nos
comparte como fueron sus inicios, las motivaciones que lo llevaron en el año 77,
a levantarse en armas contra el Estado. Pese, a ser militante activo de la
JUCO, desde muy temprana edad entendió la importancia de la lucha armada para
propiciar los cambios que requiere la sociedad y el Estado. Esa misma
concepción política es la que hoy espera seguir construyendo en un partido
político surgido a partir de la firma de la paz.
El Grupo Quimera agradece su disposición por abrir sus
espacios y compartir algunas de sus vivencias, su concepción subjetiva y
objetiva lo que hacen de su relato único, aunque, los eventos narrados se
refieren a acontecimientos colectivos de la comunidad a la cual pertenece nos
permite conocer un poco de su historia personal.
¿Quién es Francisco
Gonzáles?
Me defino como un colombiano que quiere ayudar a su pueblo a
defenderse y a luchar no tengo ninguna aspiración personal, solo si alguien me
dice o el pueblo o alguna comunidad me pide mi colaboración ahí estaré, si me
siento invitado para algo, pero si veo que puedo colaborar en algo aunque no me
inviten igual ahí estaré.
¿Cómo fue su primer
encuentro con la realidad social y política del país?
Pasaba en un bus y vi una montonera de gente, gente que
gritaba me pareció que era como revolucionario, me llamó la atención y me baje,
me metí a averiguar qué era lo que pasaba me fui metiendo y encontré que había
una invasión, la gente luchando por tierra, yo no sabía de eso, pregunte qué
era eso, había un poco de gente que se había alojado en distintas partes habían
armado como un cambuche de plástico, pregunte quien dirige y no encontraba quien
me respondiera. Yo tenía 16 o 17 años.
Me metí y me puse a voltear por ahí hasta que me encontré a
una muchacha que gritaba “arriba y abajo tierra para los campesinos, tierra
para los destechados”, le pregunte a ella quien dirigía y estábamos en esas
cuando llegó el ejército, se tomó todo, a los lados establecieron un cordón y
quedamos todos metidos en ese hueco, al momentico llegó otra hilera de policía,
se bajaron e hicieron otro cordón no quedo lugar por donde salirnos.
Entonces le pregunte a la muchacha quien dirigía y ella
comenzó a buscar y no vio a nadie de los que dirigían, yo le dije que sino había
nadie pues dirigiéramos, porque que hace aquí esa gente sin orientación, nos
pusimos con ella, de pronto llegó un muchacho que era estudiante de la
universidad del Valle, le dije hagamos algo.
La gente empezó a decir aquí tenemos niños, ancianos y mire
que están golpeándolos, lo que tenemos que hacer es organizar la población para
que se defienda, no podemos dejar que la maten y la atropellen; entonces
hicimos una reunión para organizarnos mejor, al otro día, comenzamos aguantando
hambre, no había comida. Los niños aguantando hambre, los ancianos se iban a ir
porque no había comida.
Comenzamos una consigna “queremos agua, tenemos sed, queremos
comida” y la gente de los barrios vecinos empezaran a aportarnos, se juntaron
yo creo que eran más de 10 mil personas, nos cogió la noche y comenzó esa
creciente de gente esos ladrones esos bandidos que nadie quiere el lumpen,
atravesaban por medio de la policía de noche con agua con comida con arroz a
llevarnos a nosotros, eso me llamó poderosamente la atención, la solidaridad de
la gente más lumpen más despreciable con las necesidades de la otra gente.
Después de eso se vino una ofensiva del ejército terrible
como a las 5 de la mañana nos cogieron a todos, yo caí preso, tenía 17 años,
eso a mí me marcó, dije esto no puede seguir así, hay que cambiar, yo pertenecía
a la Juventud Comunista, pero no estaba conforme como los jóvenes comunistas
dirigían las luchas, luchas bailando, uno no puede dirigir un cambio social
bailando y no era contrario a mí, porque yo iba a bailar viernes, sábado,
domingo y lunes. Entonces empecé a pensar en serio porque yo era militante de
la JUCO, y pensé que había que pelear.
¿Esos fueron sus
inicios en la guerrilla o su iniciativa hacía otra forma de lucha?
No, yo creo que fue como el inicio de una toma de decisiones
mía como revolucionario, porque ya era miembro de juventud comunista casi desde
la edad de los 15 años, asistía a las reuniones de la juventud comunista como
por pasar como que quería parecerme a cualquier revolucionario que iba a luchar
como un esnobista.
¿O por qué era la
coyuntura?
La coyuntura estaba llena de condiciones particulares como la
represión de Pastrana, como el robo de los votos de Rojas Pinilla, como el paro
cívico que se dio en el 77, pero antes hubo otro paro que no fue tan importante
como el del 77, esa situación me llevó a mí a pensar en serio, pero estando en
la juventud comunista, yo lo manejaba como de una manera folclórica como que no
me daba mayor importancia, pero cuando yo vi, esa situación de los destechados,
no solamente la situación sino la manera como se trataba a la gente, fue cuando
reflexione sobre la madurez, sobre la solución que debería buscarse de haber un
cambio más o menos fue una aptitud de maduración.
¿Esas fueron las
condiciones subjetivas u objetivas?
Yo creo que fueron las condiciones que a mí me maduraron
porque antes ya era simpatizante de la revolución es más, estuve en la juventud
comunista me aislé sin preocupación sin ningún grado de responsabilidad no
sentía ningún compromiso aunque tenía simpatías, hasta que decidí que había que
poner los pies en la tierra y pensar lo que realmente quería.
¿Esa madurez política
se da por qué hacía parte de esa comunidad o sentía que era su deber ayudar?
Era el cumulo, ya habían otras manifestaciones de crisis
social, política y económica pero no habían soluciones, no las había visto, no
había visto la fuerza de cómo se expresaba el Estado contra su propia
comunidad, vi lo despreciable del Estado su falta de relación con los problemas
de la comunidad y como trataba a esa pobre gente. A partir de ahí empecé a
pensar más en serio y a profundizar sobre el por qué, quienes eran los que
dirigían ese Estado, qué era lo que ofrecían los revolucionarios y por qué era
importante que los revolucionarios lograra algo, me di cuenta que el gobierno
era una junta que dirigían para sus propios beneficios. Entonces recurrí a
investigar más en serio sobre quién era Marx, Lenin sobre la experiencia Rusa,
la cubana sobre otras experiencias me fui nutriendo y luego dije me voy para la
guerrilla, el método que tenemos que desarrollar tiene que ser distinto, mayor
decisión, mayor disponibilidad de sacrificio con los objetivos que hay que
trazarse para un cambio social, fue el núcleo importante que vi que estaba
haciendo algo, los demás me parecieron muy faltos de sinceridad.
¿En la década de los 70
80, se ingresaba a la guerrilla por una cuestión coyuntural, la revolución que
estaba exportando Cuba y Centro América, eso influyó en su toma de decisiones?
En realidad no tuve la influencia o la simpatía que sentí o
pensaban los jóvenes por la propaganda del Che Guevara o de la revolución
cubana, más bien sentí la experiencia de lo que pasaba alrededor mío, por
ejemplo la experiencia de la gente que reclamaba un techo para vivir, tuve el
pasaje del paro cívico nacional, donde hicimos una experiencia con jóvenes donde
participábamos con un grupo de gente y comenzó a salir a la calle la gente
comenzó a luchar hicieron barricadas, comenzó una lucha por mantenerse haciendo
la protesta contra el gobierno de un momento a otro comenzó la policía y el
ejército a reprimir brutalmente a la gente. Nosotros armamos una especie de
guerrilla comenzamos a armarnos en comandos en grupos jóvenes que íbamos y
atacábamos a la policía por un lado otros por el otro, peleamos y quemamos
llantas, hostigamos a la policía para que no agrediera a la población. Ese
despliegue comenzamos hacerlo en media ciudad.
¿En qué ciudad fue y en
que año?
En Cali en el 1977, vi que eso se podía, encontramos la
manera de cómo se podía hacer una lucha los jóvenes se organizaron responsablemente
íbamos y volvíamos a pelear en esos comandos y nos solidarizábamos encontramos
que había que abastecer, todo esto fue de manera espontánea tanto que después
reflexionábamos en qué momento se nos ocurrió eso que teníamos que abastecernos
pero lo hicimos.
¿Esa idea de
organización la adquirió cuando estuvo en la juventud comunista?
No, porque eso no se da en la juventud comunista, se da en la
lucha callejera. ¿Era lo mismo que se planteaba la juventud comunista? Lo tradicional de la juventud comunista era
estudiar leer los diarios de la voz, discutir los editoriales, plantearnos
tareas de finanzas, leer el periódico, pegar carteles y ese era el tipo de
lucha, participar en una que otra manifestación, pero cuando fuimos a la lucha,
en el paro cívico fue otra vez el encuentro con las luchas con las masas, con
la gente que estaba siendo agredida en el fondo lo que encontramos ahí, fue
cómo defender a esa población que estaba siendo agredida, pero no solo
encontramos esa población sino que nos dimos cuenta que los muchachos eran
afectos a eso, a defender esa población, muchos de esos jóvenes no eran
comunistas, pero querían defender a esa población que estaba en las barricadas,
que entre otras cosas, esa gente no peleaba se defendía de los garrotazos que
les lanzaban con los bolillos o con bombas o los gases lacrimógenos, nosotros
hicimos que ese paro se extendiera sobre esa región durante 3 o 4 días más.
¿Considera que esas
fueron sus motivaciones para ingresar a la guerrilla?
Yo lo que encontré allí que habían maneras de cómo llevar a
la gente al éxito de las luchas que se proponían, después de ese paro uno o dos
meses por mi propia cuenta hice contacto con un amigo que sabía que era
guerrillero, le pedí ingreso, le dije que no veía que nadie más apoye este tipo
de lucha sino la guerrilla y decidí ingresar. Desde 1977 hasta esta fecha.
¿Qué anécdota le
gustaría compartir, que lo ha marcado de su militancia a parte de su formación
política e ideológica, su vida en el campamento?
En la guerrilla hemos hecho multitud de acciones militares,
multitud de acciones organizativas en la región, hemos podido defender los
intereses de los pobladores y lo que a mí me ha marcado es la absoluta entrega
de la defensa de los intereses de la población, defendiendo los intereses que
descubrí en ese tipo de lucha. En ningún momento he sentido ninguna veleidad
por lo que haya hecho, ni por lo no haya hecho, simplemente he querido estar al
lado de esa población que quiere que se les reconozca que se les escuche, que
se incorporé a la propia civilidad o a la misma vida de la nación, en
particular no he tenido ningún otra particularidad.
¿Pero cuál ha sido esa
particularidad de su militancia que quiera compartir?
Bueno sobre historia la experiencia guerrillera, una acción
militar, pero jamás sabía que era no había participado, había visto películas
pero no creía que iba a pasar, fuimos a la acción militar, íbamos con unos
muchachos muy queridos por nosotros, esa noche se comenzó la pelotera, no
sabíamos quien disparaba de aquí para allá ni de allá para acá. Yo nunca había
disparado un tiro ni siquiera para entrenamiento, ahí murió un muchacho que era
un buen amigo mío, era estudiante de la universidad del Valle, ahí nos tocó
evacuar, era Ricardo Semillas el nombre de guerra, era un muchacho bastante
ilusionado de la revolución de la guerra de guerrillas, salimos nos tocó
aguantar 15 días de hambre, pescando en el río, teníamos una rasión de 15
frijoles en unidad para comer, cuando llegamos a la única parte donde teníamos
comida un oso nos había desbaratado la comida y se la había comido, fue en ese
momento que recuerdo en el que pensé que tenemos que aprender hacer la guerra,
no podíamos seguir aguantando hambre con una tropa hambrienta, la moral en el
suelo, esa guerra nuestra no puede ser
así.
¿Entonces?
Decidí que los próximos combates donde hubiera otro tipo de
proyección militar, más definida, más junto a la población y si el sacrificio
había que hacer junto a la población y así lo hicimos esa experiencia la
vivimos en el Cauca, creo que son más de 14 años donde los muchachos del Cauca
soportaron todos los esfuerzos del imperio norteamericano y del ejército
colombiano metiendo 10 mil, 20 mil hombres y nos mantuvimos en ese territorio y
nunca nos fuimos y ellos todavía estas ahí.
¿Considera que ha
valido la pena?
Yo creo que si esos guerrilleros no se hubieran mantenido en
ese lugar, nunca se hubiera reconocido las necesidades de esa población, ese
sacrificio, de más de 14 años les ha valido para que el gobierno se interese en
resolver los problemas de esas comunidades y en enterarse de que en el país hay
un conflicto y que ese conflicto no se resuelve amenazando a nadie, porque
detrás de ese campesino, allí está un guerrillero, que está recibiendo el
respaldo de ese campesino y si todas sus políticas continúan siendo así ese
campesino seguirá apoyando a ese guerrillero que está luchando por él,
defendiendo sus intereses.
¿Sobre comunidades como
la del Cauca se ha dicho que su poco desarrollo entendido en la construcción de
infraestructura está relacionado con la existencia de la guerrilla y su asedio
constante, qué piensa sobre eso?
Si se hace un análisis, se da cuenta que desde hace muchos
años han existido combates en Corinto, Toribio, Tacueyó, Miranda, Caldono,
Caloto, si se mira la población ha crecido cuando debería ser lo contrario, si
se observa poblaciones como Toribio en 1970-80 no tenía ni carreteras hoy la
carretera de Toribio es pavimentada y ahí está la guerrilla, si se observa como
vivía la población en ese tiempo se observa que los indígenas vivían en casitas
con techos de plátano o de palma y esos eran sus cambuches, ahí construían sus
familias y las cocinas eran unas 3 piedras que colocaban a fuera de la casa,
con una ollita, ahí cocinaban, vivían familias con hasta 7 hijos, en una casa
que no tenía piezas muy bajita que no cabían ni ellos. Hoy tiene casas de zinc,
tienes sus propias organizaciones se llaman cabildos y todos esos cabildos
también nosotros empezamos a crearlos toda esa gente cambio sus relaciones
entre ellos.
¿Considera que esa
organización fue producto de qué?
Esto se dio cuando la gente comenzó a tener identidad propia,
de que la organización comenzó a darles reconocimiento de sentirse como seres
humanos, respetando sus derechos, no solo la guerrilla sino de ellos mismos.
¿Se ha dicho que toda
la organización indígena del Cauca nace a partir de su propia concepción
cultural?
Si, por supuesto nosotros hemos estimulado que el desarrollo
cultural indígena tiene que ser propio y su identidad tiene que ser de ellos,
sus aspiraciones e intereses deben surgir de ellos mismos, otra cosa es que
haya habido distintos enfoques ideológicos o de izquierda, la participación de
los distintos partidos políticos, pero nadie puede decir que esos sectores han
sido atrasados, ahí un desarrollo en esas regiones y nadie puede decir que esas
comunidades acogen a las FARC o le reconocen su autoridad sin tenerles
temor, sintiéndolos como sus amigos,
tampoco vamos a decir que no hayan guerrilleros que han cometido algunos
desmanes o tampoco vamos a decir que hayan gente en las comunidades que no los
quieran, pero eso mismo define que las comunidades aun pensando distinto a
nosotros pueden y conviven con nosotros, ellos saben que somos así y cuando
tienen sus problemas, vienen donde los jefes guerrilleros y plantean sus
problemas y alguna solución se encuentra, tanto así que ellos ahora tienen
planteado un enfoque propio que nosotros no somos contrarios a eso, solo cuando
nos agreden es que nosotros decimos conversemos que la situación no se resuelve
agrediendo, ni siquiera contra el Estado, hay que resolverlo con el diálogo.
¿Cómo se imagina su
etapa posterior a la firma del fin del conflicto?
Me imagino construyendo el partido político que quiera
construir las FARC, ayudando al pueblo colombiano a estructurarse y organizarse
en sus distintas formas pueda identificarse con sus propios intereses y pasar a
exigirle al gobierno colombiano el cumplimiento de los acuerdos que hemos
firmado en La Habana.
¿Tiene alguna
aspiración política?
No, ninguna mi única aspiración política es poder hacer parte
del pueblo en su construcción del partido.
Gracias