Alianza por la Solidaridad, presente desde hace 17 años en tres de las zonas más afectadas por el conflicto en Colombia, considera fundamental que la comunidad internacional continúe apoyando el proceso de paz y poder sumar apoyos al mismo en la dividida sociedad colombiana, que ayer por un estrecho margen dijo ‘NO’ a los acuerdos firmados entre el Gobierno Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC. Asimismo, se felicita de que, pese a que el acuerdo no ha sido aprobado, se mantenga el cese el fuego bilateral y recuerda que ya se han dado pasos el proceso de desmovilización de las FARC, que debería impulsarse a pesar de este resultado adverso.Para Alianza, el decepcionante rechazo a una solución que ha conllevado cuatro años de negociaciones aumenta los riesgos para una población que lleva años esperando el fin de la violencia.
En este sentido, reclama un refuerzo del apoyo político internacional a la paz, que se acompañe del apoyo humanitario a los cientos de miles de personas que todavía no tienen garantizados sus derechos más básicos. En otro caso se podría poner en peligro la seguridad y el bienestar de las comunidades más vulnerables. De hecho, de los 136 millones de dólares solicitados por el equipo humanitario que trabaja en Colombia, en 2016 sólo se ha aprobado un 30%. Además, Alianza, al igual que otras ONG presentes en el país, es testigo de que hay familias que reciben como ayuda mucho menos de lo que sería mínimo para cubrir sus necesidades reales.
Alianza desarrolla una extensa labor de ayuda humanitaria a decenas de miles de personas afectadas por el conflicto y tiene una larga trayectoria de refuerzo comunitario e institucional para proporcionar a la población de los departamentos del Cauca, Valle del Cauca y Nariño su acceso a los derechos básicos. En estos territorios, los acuerdos de paz representaban una gran oportunidad para millones de personas que ahora queda aplazada ‘sine die’.
Recuerda, asimismo, que en sus zonas de acción ha ganado el SÍ al acuerdo por una gran mayoría de votos. Debido al conflicto y a una marginalidad histórica, son regiones mayoritariamente rurales y de difícil acceso, que no poseen instituciones públicas capaces de asegurar los servicios sociales más básicos. Allí , las consecuencias del conflicto sobre la población han sido devastadoras: desplazamientos, reclutamiento forzado, violencia contra las mujeres, restricciones a la movilidad, amenazas, extorsiones, desapariciones forzadas y confinamiento en las comunidades. La violencia sexual contra las mujeres la han practicado todos los actores armados.
Alianza por la Solidaridad seguirá apostando por procesos de construcción de la paz y por el empoderamiento de las poblaciones más afectadas por el conflicto desde los espacios locales para conseguir cambios a nivel nacional que incidan positivamente en la vida de las mujeres, comunidades afrocolombianas, indígenas, jóvenes y población en general.
No hay que olvidar que también hay otros grupos, como el ELN, el EPL y sucesores de los paramilitares que siguen extorsionando, limitando la movilidad de las comunidades, desplazando a la población y que la situación humanitaria es difícil en muchos territorios.