A pesar del grado de odio nunca visto hasta hoy en una campaña, que ha sido financiada además con fondos públicos, de las amenazas explícitas e implícitas, los electores húngaros no han dado autorización al gobierno para girar a la extrema derecha y poder actuar, en nuestro país y en el extranjero, en nombre de la mayoría respecto a las cuestiones de los refugiados.
Debido a la campaña del referéndum unilateral, falsa e ilegítima, toda la comedia del referéndum es antidemocrática, por lo que los resultados se consideran manipulados. El Primer Ministro Viktor Orban ha conseguido reunir una mayoría de los votantes húngaros detrás de su odiosa política de extrema derecha cuestionando la validez de la ley internacional y los derechos humanos fundamentales.
Los votantes han dado una señal clara de que están insatisfechos con el poder actual y esperan que los representantes elegidos solucionen los verdaderos problemas y la crisis social.
Sin embargo, la izquierda europea advierte a la gente comprometida con el espíritu de la República Democrática que el fracaso del referéndum del gobierno no significa una victoria sobre las fuerzas de extrema derecha.
El actual régimen dictatorial sólo puede ser derrocado con un programa económico adecuado para la erradicación de la pobreza y para que los derechos democráticos fundamentales pueden ser protegidos por la movilización de los perdedores del sistema actual.
Basado en las políticas de solidaridad, impuestos más justos así como el respeto de los derechos humanos y el rechazo de las medidas de austeridad neoliberal, la izquierda europea está lista para iniciar una lucha conjunta contra el gobierno de extrema derecha que continúa aumentando la pobreza y la opresión.
La invalidez del referéndum también tendrá consecuencias en el derecho público. Sacaremos al gobierno del poder.
Tomado: tercerainformacion