Pese al acercamiento entre Estados Unidos y Cuba desde diciembre de 2014, las medidas no se han traducido en beneficio para el pueblo cubano.
El 17 de diciembre de 2014 en una declaración simultánea, los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama y de Cuba, Raúl Castro, anunciaron el inicio del proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas tras más de 50 años.
En aquella oportunidad el mandatario estadounidense calificó de obsoleta y retrógrada la política de Washington hacia Cuba y admitió el fracaso de las sanciones unilaterales vigentes por más de medio siglo.
Las medidas tomadas por la administración de Obama hacia Cuba no se han traducido en hechos reales y la política criticada en diciembre de 2014 sigue vigente; ha causado pérdidas millonarias y ha afectado al pueblo cubano, de la misma forma que lo hicieron las medidas de los gobiernos predecesores.
Tras décadas de documentos secretos que encubrían sabotajes y planes desestabilizadores, la nueva política de Barack Obama sobre Cuba se dio a conocer el 14 de octubre pasado de manera pública.
Obama dijo que el documento tiene un enfoque integral, abarca todas las instancias de gobierno y tiene el objetivo de hacer irreversibles las transformaciones de los últimos dos años.
Desde los anuncios del 17 de diciembre del 2014, las autoridades norteamericanas han dicho en varias ocasiones y de diferentes maneras que cambian los métodos, pero no los objetivos.
“Reconocemos la soberanía y autodeterminación de Cuba”, precisa la directiva firmada por el propio Obama, luego de calificar el accionar del último medio siglo como una “política desfasada que fracasó en avanzar en los intereses de Estados Unidos”.
En otro párrafo argumenta: “No estamos tratando de imponer un cambio de régimen en Cuba; estamos, en cambio, promocionando valores que apoyamos en todo el mundo, respetando al mismo tiempo que corresponde al pueblo cubano tomar sus propias decisiones sobre su futuro”.
La asesora de Seguridad Nacional, Susan Rice dijo: “Queremos relacionarnos de forma honesta con el pueblo cubano” y aseguró que para ello harán más “transparentes” los conocidos programas de “promoción de la democracia” en Cuba.
Bajo esta etiqueta Estados Unidos encubre los proyectos de cambio de gobierno a los cuales destina millonarias sumas desde hace décadas, sin alcanzar sus objetivos.
La directiva presidencial de Obama del pasado 14 de octubre no disimuló que el propósito estratégico del Gobierno estadounidense es cambiar el orden constitucional en la isla.
En el gobierno de Barack Obama se han impuesto 49 multas a entidades estadounidenses y extranjeras por violar el bloqueo comercial, económico y financiero a Cuba, de acuerdo con datos de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC).
Tomado: CubaDebate