El pasado domingo 26 de mayo de 2019 se realizó la marcha convocada por organizaciones y movimientos sociales para denunciar las violaciones en serie perpetradas contra estudiantes universitarias de la zona de Turgeau y de Ruelle Riviere.
Más de un millar de personas manifestaron por las calles de Puerto Príncipe para denunciar estos crímenes horribles que causan un dolor inconmesurable a las víctimas, a sus familias y al conjunto de la sociedad. Los manifestantes claman por justicia. Exigen que sean encarcelados los culpables y termine finalmente, el clima general de impunidad.
Recordemos que estos acontecimientos ocurren en un contexto caracterizado por una violenta ofensiva represiva orquestada contra los barrios populares desde el mes de noviembre de 2018, con el fin evidente de apagar la extraordinaria ola de movilizaciones contra el poder establecido.
Movilización que se expresó de manera avasallante los días 6,7 y 8 de julio, el 17 de octubre, el 18 de noviembre de 2018, el 7 de febrero de 2019 acompañado de una paralización casi total de las actividades a lo largo de diez días.
Los episodios de masacres contra los habitantes de varios barrios populares y la multiplicación de actos de violencia cometidos por gangsters que mantienen relaciones permanentes con políticos ubicados a alto nivel, forman parte de un plan global para frenar el levantamiento popular y reinstalar un clima de terror. Subrayemos que durante estas masacres se sucedieron numerosos casos de violaciones igualmente denunciados recordándonos el oscuro período del golpe de Estado (1991-1994) durante el cual el cuerpo de las mujeres fue con frecuencia utilizado como un instrumento político. Los sectores más retrógrados del país que alimentan ostensiblemente una extraña nostalgia por el período de los Duvaliers, estarán acaso tentados de hacernos revivir los episodios de pesadilla que vieron a nuestro país ensombrecer bajo los golpes de una dictadura sangrienta ? Como siempre en estas trágicas circunstancias, las mujeres, sus cuerpos y sus derechos se encuentran invariablemente entre las principales víctimas.
La antropóloga feminista argentina Rita Segato, durante su participación en el Congreso de CLACSO 2018 en Buenos Aires, dejó muy clara la estrecha relación que existe entre las empresas de disciplinamiento de las sociedades periféricas y la violencia contra el cuerpo de las mujeres, para someter a aquéllas aún más a los dictados del Capital trasnacional.
Ella denuncia en varios estudios que la violación constituye el mejor medio y el menos costoso para asesinar a una comunidad sicológicamente. En su última obra publicada en 2018, demuestra que las agresiones sexuales y la explotación sexual de las mujeres representan actos de piratería y de consumo del cuerpo femenino que expresan de manera elocuente la cosificación de la vida a la cual estamos sometidos. La violación es pues un objetivo de dominación. Oficiales y soldados de los ejércitos de ocupación reciben a menudo cursos de formación técnica sobre la violación.
Los manifestantes del 26 de mayo tuvieron una fina intuición del lugar que la violación ocupa en las estrategias de dominación y domesticación colectivas. La violación masiva contra las mujeres y contra los niños de ambos sexos y la profanación de los lugares religiosos sagrados son armas de guerra sicológica.
Numerosos manifestantes al tiempo que exigían respeto por el cuerpo de las mujeres, cantaron consignas exigiendo la renuncia del Presidente Jovenel Moise.
La población se está rebelando, Los verdugos, los violadores y todos aquellos de su misma calaña, deberían comenzar a temblar.
Recordemos igualmente que el aumento de casos de violación es también consecuencia del clima pernicioso instalado al más alto nivel del Estado por el ex Presidente Michel Martelly que no pierde ocasión para expresar su desprecio por el trabajo intelectual, y no ha dudado, con su procaz vulgaridad, a incitar a la violación y otros tipos de abusos y violencia contra el cuerpo de las mujeres.
En el curso de la campaña electoral para las legislativas de agosto del año 2015 el Presidente Martelly en medio de un meeting en Miragoane, el 28 de julio humilló a nuestra nación amenazando directamente a una mujer que formaba parte del público con las peores agresiones sexuales. Varias organizaciones feministas exclamaron su indignación organizando una marcha 6 días después del incidente para denunciar esta conducta inaceptable. Fabienne Denis declaró en esta manifestación de protesta : « Estamos todas de duelo esta mañana pues el presidente, en sus declaraciones, acaba de asesinar sicológicamente a la mujer haitiana ».
Estos crímenes abyectos cometidos en el barrio de Turgeau y de la Ruelle Riviere, indican a todas las fuerzas sociales y políticas democráticas, la imperiosa necesidad de mantener la movilización para poner freno al sistema de « bandidos legales »instaurado desde el 2011 que es sin duda en gran parte responsable de la hecatombe actual.
Recordemos igualmente que la población haitiana sufrió en su propia carne la humillación cotidiana de las violaciones cometidas por las tropas de la MINUSTAH que contribuyeron a destruir a miles de mujeres. Estas violaciones, reconocidas por las autoridades de la ONU, se acompañaron de múltiples procesos degradantes de explotación sexual. Estos crímenes masivos (documentados especialmente en Martissant) permanecen hasta ahora impunes en la gran mayoría de los casos3. La MINUSTAH a pesar de su pomposa retórica del sistema de Naciones Unidas sobre la promoción de los derechos humanos, ha sin duda reforzado en nuestro país la gangrena de la cultura de la impunidad y la denigración absoluta de las víctimas de violaciones y de abusos sexuales.
Saludamos la marcha de esta mañana con entusiasmo. Hemos remarcado la presencia de numerosos jóvenes que participaban por primera vez en una movilización. Alentamos a los organizadores a tomar nuevas iniciativas que vayan en el mismo sentido tratando sobretodo de implicar a sectores sociales que aún no se han expresado a este respecto.
Será necesario igualmente conectar las consignas coreadas con fuerza por las calles de Puerto Príncipe esta mañana con la gran cólera e indignación generalizadas que sirvan de carburante a la instalación de un nuevo proyecto nacional capaz de reunir las energías necesarias para construir caminos viables hacia una salida de la crisis que permita conducirnos hacia una ruptura radical con el sistema político actual.
Movilicémonos con energía y determinación para defender los derechos fundamentales de las mujeres y reflexionemos concretamente en las vías y medios que permitan detener esas prácticas criminales. Un combate específico sobre esta cuestión es absolutamente legítimo en el contexto de las luchas emancipadoras que deberemos librar.
Luchemos contra la violación y exijamos que los responsables sean castigados. Exijamos que se haga justicia con las familias de la Saline y de Kanaan, con las mujeres violentadas por los soldados de la ONU y aquellas que crian dificilmente a niños de quienes ignoran todo acerca de sus progenitores.
¡Nunca más la violación! ¡Nunca más los violadores! Nosotros todos sufrimos la violación de una mujer.
¡Viva la movilización popular!
¡Viva el movimiento feminista socialista!
*Director Ejecutivo de la PAPDA
Portavoz de RASIN Kan Pèp La
Presidente de la SEPLA
Tomado: Tercerainformacion