La comisión oficial de la Investigación Nacional sobre las Mujeres y Niñas Indígenas Desaparecidas y Asesinadas (INMNIDA) denunció ayer martes, después de tres años de trabajo, la complicidad de las autoridades canadienses en lo que tildó de “genocidio” perpetrado contra mujeres y niñas indígenas en los últimos años en Canadá.
“Saludamos su trabajo y aceptamos las conclusiones, especialmente que lo que sucedió fue un genocidio”, declaró el primer ministro en relación a la citada investigación en una conferencia de prensa en la ciudad de Vancouver (oeste), en el marco de una conferencia sobre los derechos de las mujeres.
Trudeau prometió lanzar un “plan de acción nacional” para proporcionar respuestas “concretas y coherentes” a los hallazgos del informe que apunta a que casi 1200 mujeres y niñas indígenas desaparecieron o fueron asesinadas entre 1980 y 2012, de una comunidad de 1,6 millones de personas.
La comisaria jefa de la investigación, Marion Buller, enfatizó, durante la presentación del documento en Ottawa, la capital canadiense, que el informe se “trata de un genocidio deliberado por motivo de raza, identidad y orientación sexual” al tiempo que ha alertado de que la desaparición y muerte de mujeres indígenas supone una “emergencia nacional”.
Buller defendió las conclusiones de la INMNIDA no como recomendaciones, sino como “imperativos legales” necesarios para poner fin a la espiral de violencia.
Al respecto, las conclusiones presentadas emplazan al Gobierno, la Policía y la población en general para atajar los niveles “endémicos” de violencia contra las mujeres indígenas de este país norteamericano.
El agravio cometido contra las mujeres aborígenes de Canadá fue denunciado en su día por el Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) señalando, a su vez, a las autoridades canadienses de eludir sus responsabilidades de investigar tales abusos.
Desde que se conociera las violaciones sistemáticas de los derechos de la comunidad indígena canadiense, la Amnistía Internacional (AI) también urgió a Ottawa de que implantara medidas para rebajar el alto nivel de violencia y discriminación que existe contra las mujeres y niñas indígenas de este colectivo.
Tomado: Tercerainformacion