Al estilo del «viejo oeste» la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) está ofreciendo una recompensa de hasta tres millones de dólares a organizaciones, dentro y fuera de la Isla, para perseguir, ellos dicen que «investigar, recopilar y analizar información relacionada con violaciones de derechos humanos, incluido el trabajo forzoso, del personal médico cubano exportado al extranjero».
La declaración de la Usaid, hecha pública el lunes pasado, reitera las falacias de siempre contra la colaboración médica cubana y nada nuevo aporta al discurso imperial.
La «cacería» que pretende desatar la Usaid contra las misiones médicas cubanas en el exterior y contra los servicios de salud en la Isla sigue la ruta trazada por el Departamento de Estado de ee. uu. el 20 de junio para agregar a Cuba a su espuria lista negra de países que permiten la trata de personas. ¿En qué lista se ubicaría entonces a un país que persigue a otro por salvar vidas?
El Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, desde su cuenta en Twitter, ha denunciado con fuerza la campaña de embustes contra la Mayor de las Antillas: «EE.UU. no tiene autoridad, ni moral, recurre sistemáticamente a la mentira y la calumnia», y sobre el valor de la colaboración médica cubana enfatizó en que «es un ejemplo de solidaridad, humanidad y cooperación noble y legítima entre los países del Sur».
Tomado: Granma