Activistas y organizaciones sociales comenzaron a llegar a las inmediaciones de Biarritz, sudoccidental ciudad francesa que será la sede del 24 al 26 de agosto del encuentro de las potencias occidentales y Japón, Cumbre del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido).
La urbe balnearia del país vasco francés se encuentra literalmente blindada por fuerzas policiales y militares.
A partir del miércoles, los movilizados contra la Cumbre del G-7 realizarán un foro alternativo con conferencias y talleres, dirigidos a abordar preocupaciones, como el cambio climático, las guerras y las desigualdades, según refiere Prensa Latina.
Se espera la participación de más de 10 000 personas de diversas partes del mundo en actividades pacíficas, cifra que pudiera ser mucho mayor pese al despliegue de seguridad, considerando el rechazo que genera la presencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
De las más de 80 organizaciones previstas en la contra-cumbre destacan por su poder de convocatoria la plataforma local G7 EZ (No al G7) y la nacional Alternatives G7, que llamaron a movilizarse durante estos días para exigir un mundo mejor y repudiar lo que califican de «oligarquía mundial».
De acuerdo con el portavoz de la iniciativa por el G7 EZ, Enaut Aramendi, las autoridades harán todo lo posible para evitar el buen desarrollo del foro alternativo.
Por su parte, el alcalde de Hendaye, el socialista Kotte Ecenarro, manifestó no tener inconvenientes por la realización de la contra-cumbre, siempre y cuando sea pacífica y respetuosa de los bienes y las personas.
Tomado: Granma