Si uno se pone a analizar la conducta delictiva de los terroristas del MKO en el territorio iraquí, tras el derrocamiento del exdictador iraquí Sadam Husein (2003) en Irak, se da cuenta de que este grupúsculo, apoyado por EE.UU., planeó poniendo en marcha una serie de estrategias para interferir en los asuntos internos del país árabe.
El Gobierno iraquí expulsó en 2016 a todos los integrantes de Muyahidín Jalq de su refugio en el campamento de Ashraf, cerca de la frontera con Irán, donde estaban alojados desde 1986.
Los miembros del MKO, una vez expulsados, se trasladaron a un campamento militar en Tirana, la capital de Albania, para según los medios de comunicación, continuar con sus prácticas delictivas y criminales. El diario alemán Der Spiegel ha informado recientemente que algunos terroristas del grupo ponen en práctica sus habilidades de “cortar gargantas con cuchillos” en el campamento tres veces por semana.
Los terroristas no tienen teléfonos celulares, relojes o calendarios, indica el informe, añadiendo que algunos de ellos trabajan, de vez en cuando, como albañil en las obras de construcción, mientras que otros se sientan detrás de computadores para publicar noticias falsas sobre Irán en Twitter y Facebook o reclutar nuevos miembros a través de los medios sociales.
Como habían logrado influir en las élites políticas y económicas de Irak, gracias a sus dotes de manipulación mediante artes de adulación, hoy en día, los integrantes del MKO también tratan de ejercer su influencia sobre las decisiones del Gobierno de Albania. De acuerdo con algunos exmiembros del grupúsculo, el MKO soborna a las autoridades albanesas para materializar sus deseos e intereses en el país europeo.
La banda terrorista aprovecha de diferentes estrategias para cambiar la opinión pública a su favor como recurrir a medios para pulir su imagen. Por ejemplo, varios de sus miembros se reunieron, en una ocasión, con algunos jefes tribales iraquíes y, acto seguido, emitieron las fotos correspondientes a este encuentro para manipular la opinión del pueblo iraquí a su beneficio.
Usando la misma táctica, el MKO pretende que haya una relación amistosa entre sus miembros y los ciudadanos albaneses. En este contexto, varios grupos de personas, de avanzada edad, fueron llevados al campamento en Tirana para recibir servicios médicos. Simultáneamente, los medios propagandísticos del grupo terrorista divulgaron las fotos de estas supuestas asistencias sanitarias desinteresadas para el pueblo albanés.
Teniendo en cuenta la conducta fingida y aparentada del MKO en Albania, siendo esta una copia exacta de las acciones del grupo en el territorio iraquí, es posible que las amenazas de seguridad en Irak puedan repetirse en el país europeo. En otras palabras, la banda puede recurrir a sus actividades criminales reanudándolas para lograr algunos de sus objetivos.
El MKO está implicado en un sinnúmero de ataques terroristas en Irak e Irán tras la Revolución Islámica (1979), en los que fueron asesinados miles de civiles y autoridades.
Los miembros de ese grupúsculo huyeron de Irán a Irak, donde colaboraron también con el Saddam Husein en la represión de las revueltas populares en el sur de Irak en el año 1991.
Asimismo, documentos desclasificados y testimonios de algunos exmiembros de esta banda terrorista desvelan lazos estrechos del MKO con el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
Tomado: Tercerainformacion