Actualmente, en el Parlamento español hay dos leyes en tramitación relacionadas con las personas desaparecidas: El Anteproyecto de Ley de Memoria Democrática (donde también se incluye a otras víctimas del franquismo) y La Proposición de Ley de bebés robados en el Estado español. La primera es una iniciativa del propio Gobierno; la segunda se impulsa y promociona como iniciativa de la Coordinadora estatal de apoyo a la querella argentina contra los crímenes del franquismo-CeAqua en el Congreso de los Diputados, a propuesta de nuestra asociación Todos los niños robados son también mis niños.
En el texto del Anteproyecto de Ley de Memoria Democrática hay un tratamiento mínimo al robo de niñas y niños. Únicamente aparece en el Artículo 3, sobre víctimas, en la letra h) la siguiente descripción:
“Las niñas y niños sustraídos y adoptados sin legítimo y libre consentimiento de sus progenitores como consecuencia de la Guerra y la Dictadura, así como sus progenitores, progenitoras, hermanos y hermanas”.
Tal descripción de la realidad sucedida durante décadas es claramente insuficiente, por lo que propusimos, como entidad integrante del Encuentro Estatal de Colectivos de Memoria Histórica y de Víctimas del Franquismo, varias enmiendas en la consulta abierta que el Gobierno realizó durante el mes de octubre de 2020, entre ellas, la correspondiente al apartado h) anteriormente mencionado:
Las niñas y niños sustraídos y adoptados sin la autorización, y en la inmensa mayoría de las veces sin el conocimiento, de sus progenitores como consecuencia de la Guerra Civil y la Dictadura, así como sus progenitoras, progenitores, hermanas y hermanos, y demás familiares hasta cuarto grado, por motivos eugenésicos, políticos, ideológicos, morales, religiosos, sociales o de clase, económicos y de género, y que se produjeron en cárceles, clínicas y maternidades, y en cualquier otro establecimiento donde las mujeres pariesen. Siendo perpetrado este crimen por participación activa del Estado en un primer momento como por ir adoptando una posición pasiva posteriormente, con elementos de consentimiento, aquiescencia y ocultación, al permitir su continuidad hasta entrada la democracia, a través de entidades y personas que formaban parte de las instituciones del Estado: sanitarias, religiosas, y funcionariado de toda índole.
No tenemos constancia de que esta enmienda propuesta, ni ninguna otra aportada por las demás entidades compañeras memorialistas del Encuentro, haya sido admitida.
¿Por qué el colectivo de los ‘bebés robados’ debe tener presencia en una Ley de Memoria Democrática?
La represión que impuso el franquismo no fue únicamente política, también fue ideológica, social, sexual, y de género bajo el manto del nacionalcatolicismo, cuyos preceptos religiosos y morales llegaron hasta el último rincón de nuestro Estado y calaron hasta el tuétano de los huesos, manteniéndose incluso después de la muerte del dictador. En este ámbito de opresión generalizada es donde se producen todos los crímenes de la dictadura, incluido el robo de niñas y niños.
Defender que el único robo de menores que está relacionado con el franquismo es el perpetrado a las mujeres republicanas es caer en un triple error:
- Minimizar la represión del franquismo al considerarla únicamente política.
- Ignorar, por tanto, la dimensión temporal del robo de niñas y niños dentro de una represión general que fue sistémica y sistemática.
- Menospreciar, en concreto, la represión sufrida por las mujeres a lo largo de toda la dictadura por el hecho de ser mujeres.
De entrada, la represión política nunca es tan solo política. Más bien, para su mantenimiento, tanto en el tiempo como en un gran espacio territorial, es preciso que se dote de la imposición de contextos ideológicos y sociales precisos que impongan una realidad donde esa represión integral sea exitosa. El franquismo lo consiguió.
El ejemplo más evidente es el yugo bajo el que tuvieron que vivir las mujeres de nuestro país durante décadas. La represión continuada, compuesta por todos los motivos citados en nuestra enmienda al Artículo 3, punto h) (eugenésicos, políticos, ideológicos, morales, religiosos, sociales o de clase, económicos y de género), hizo posible el robo de niñas y niños en diferentes etapas entrelazadas y todas bajo el franquismo, un Estado totalitario y heteropatriarcal que solo permitía un modelo de mujer, en singular. Cualquier alejamiento de ese canon, convertía a las mujeres en hijas, esposas, y madres no idóneas.
Tomado: tercerainformacion