La ola de atentados en el sureño estado brasileño de Santa Catarina entró hoy en su noveno día con la quema de vehículos y disparos contra un policía, lo cual genera temor entre la ciudadanía.
Un último reporte policial revela que dos hombres a bordo de una moto dispararon contra la vivienda de un agente del orden en la localidad de Itajaí, sin saldo de muertos y heridos.
Tres autos fueron incendiados y un policía resultó herido en acciones diferentes registradas en las últimas 10 horas en Itajaí y Florianópolis, lo cual provoca temor entre la población local, la cual se resiste a salir en las noches.
En Brusque y Joinville, en el norte de Santa Catarina, otros tres vehículos, entre estos un ómnibus escolar, fueron incendiados poco después de la medianoche sin dejar víctimas.
El estado contabiliza 67 ataques en 19 ciudades, con un saldo de un muerto, 19 heridos y 24 presos desde el 30 de enero, cuando se inició esta segunda ola de violencia. La primera ocurrió en noviembre último y se registraron 60 ataques análogos en una semana.
El ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, ofreció la víspera al gobernador de este territorio, Raimundo Colombo, el envió de la Fuerza Nacional y policías federales para controlar la situación, así como el traslado a penitenciarias de alta seguridad de líderes de grupos criminales encarcelados en Santa Catarina.
"La violencia es una cuestión del estado brasileño y el gobierno federal hará lo que sea necesaria para ayudar a Santa Catarina a enfrentar esta situación, subrayó Cardozo.
Medios de prensa brasileños señalaron que los incendios de ómnibus y otras agresiones se recrudecieron después de la difusión de un vídeo en el cual se muestra cómo agentes penitenciarios arremeten contra detenidos, desnudos y agachados, con bombas lacrimógenas, gas de pimienta y balas de goma.
El incidente ocurrió en el presidio regional de ese municipio el 18 de enero último y las autoridades judiciales consideran que los ataques son ordenados desde las prisiones.
Los gremios de chóferes de autobuses reclamaron seguridad y amenazaron con subir el pecio del pasaje para cubrir las perdidas por el incendio de sus vehículos.
Tomado: Prensa Latina