Estados Unidos continúa ignorando las solicitudes de varios países latinoamericanos que reclaman la extradición de criminales refugiados en su territorio, denuncia hoy el diario Granma.
Así ocurre con el terrorista Luis Posada Carriles, acusado por la voladura de un avión cubano de pasajeros que causó la muerte a 73 personas en 1976. Posada, reclamado por Cuba y Venezuela, vive tranquilamente en Miami.
Jean-Guy Allard, articulista del periódico Granma, calificó de "show" el juicio que en esa ciudad del estado de Florida se le sigue al exministro de Defensa de El Salvador, José Guillermo García.
El exoficial centroamericano podría ser deportado en virtud de una ley de 2004 para castigar a los extranjeros involucrados en actos de torturas y ejecuciones.
"Nada ha cambiado. Estados Unidos sigue como siempre del lado de los políticos que se sometieron al dominio imperial y de los exalumnos de su siniestra Escuela de las Américas", apunta Allard.
Granma recuerda que Argentina sigue esperando la deportación del exteniente de corbeta Roberto Bravo, encargado de rematar a 16 jóvenes en lo que se conoce como la Masacre de Trelew.
Chile también intenta hacer justicia por el asesinato del cantautor Víctor Jara, cuyo responsable, el exoficial del ejército Pedro Barrientos, disfruta del asilo otorgado por el Departamento de Estado.
Pronto serán diez años de la huida del expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada a territorio estadounidense, tras ordenar la masacre que bañó de sangre la sublevación popular en Bolivia, recuerda Granma.
Tomado: Prensa latina