En una entrevista a la revista española Cambio 16, Videla reiteró que se considera a sí mismo un preso político y siguió defendiendo la legitimidad de sus acciones durante la dictadura, calificando las actuaciones en su contra de "vendetta" por parte del kirchnerismo. Destacó "la honestidad” de su propia conducta tanto pública como privada y "la prudencia" de sus decisiones e insistió en que el Gobierno "hace un uso político de los desaparecidos".
Videla puntualizó que las autoridades actuales de Argentina continúan "hundiendo a la patria en el abismo anacrónico del marxismo, (…) tomando a las instituciones como rehenes y desacreditando los principios y valores que les dieron origen y razón de ser". Por ello instó a sus camaradas de "58 a 68 años, que aún estén en aptitud física de combatir" que se armen "nuevamente en defensa de las instituciones básicas de la República" para luchar contra la "presidenta Cristina y sus secuaces".
De momento sobre Videla, de 87 años, que gobernó Argentina entre 1976 y 1981, pesan dos sentencias de cadena perpetua y otra de 50 años. Actualmente está también siendo juzgado en otro juicio por los crímenes cometidos en el marco de la Operación Cóndor, en la que desaparecieron 106 personas, entre ellas uruguayos, chilenos, paraguayos, bolivianos y un peruano que se habían exiliado en Argentina tras los golpes de Estado sucedidos en sus países de residencia y antes de que ocurriera el golpe que lideró Videla.
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