El presidente Mauricio Macri repatrió el dinero que tenía en el extranjero, recién declarado, y lo “blanqueó” comprando bonos de deuda argentina que su propio Gobierno emitió, según el diario La Nación.
Lo que era un rumor, los asesores del mandatario se lo confirmaron a ese periódico y explicaron que se trata de los 18 millones de pesos argentinos (1 304 000 dólares) que tenía en una cuenta en Bahamas.
Sputnik señala, por su parte, que los depósitos bancarios de Macri en las islas Bahamas coinciden con la sociedad Fleg Trading registrada a su nombre en este paraíso fiscal, según revelaron los papeles de Panamá hace unas semanas, lo que motivó su imputación en una causa que investiga la justicia argentina.
Tras el escándalo que desató su vinculación con dos sociedades opacas (una la de Bahamas), y en cumplimiento de una promesa electoral, el mandatario creó en abril un fideicomiso ciego para que administre su patrimonio hasta seis meses después de finalizado su mandato, con el fin de separar el ejercicio de la función pública de sus intereses privados.
El fideicomiso ciego tiene la administración libre de sus bienes, y el presidente se supone no puede comunicarse directa o indirectamente con el fiduciario o sus empleados, ni disponer el destino de sus activos.
PL informó que Macri declaró en mayo al fisco la tenencia de ese depósito solo días antes de anunciar un proyecto de beneficios a jubilados que se financiaría, precisamente, mediante el “blanqueo” de capitales que los argentinos tengan en el extranjero.
Según lo publicado por La Nación, el Presidente argentino compró Letras del Tesoro argentino como las que el Gobierno ofreció para endeudarse en los mercados internacionales.
Entre otros que ahora admitieron que tenían dinero en cuentas en el extranjero están los ministros de Energía, Juan José Aranguren; de Hacienda, Alfonso Prat-Gay; la canciller Susana Malcorra, y el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger.
La aparición de la cuenta en las Bahamas —señala el diario— coincidió además con el envío al Congreso del megaproyecto que incluye el blanqueo de capitales radicados en el exterior como modo de afrontar el pago de sentencias a más de dos millones de jubilados.
Tomado: Granma