El señor
Guillermo León Benítez, era un campesino humilde y trabajador habitante
de la vereda el Tamar del municipio de Remedios, Antioquia, padre de 6
hijos y dedicado a las labores de la agricultura, la cual era el
sustento para él y su familia. El día 25 de noviembre del 2006, el señor
Benítez habría salido de su casa rumbo a la vereda La Bodega en
Remedios, para mercar y hacer un negoción con madera; pero su familia,
desde ese día no volvió a tener noticias de él, hasta cuando su
compañera permanente después una búsqueda incesante lo encontró
enterrado en el cementerio de Remedios como NN .
En la búsqueda iniciada por sus familiares se enteran que la última
vez que se le vio fue ese día 25 de noviembre hacia las 11 de la mañana,
por la vereda Los Bajitales y que el caballo en el que se desplazaba
fue encontrado muerto con la silla de montar picada, y que en la zona se
encontraban tropas del Ejército Nacional adscritos a la Brigada XV,
Batallón Pedro Justo Berrio, Pelotón Bravo 1.
El martes 27 de noviembre, la compañera permanente de la víctima se
entera que el Ejército Nacional estaba realizando el levantamiento de un
cadáver, por la zona en donde desapareció su compañero, razón por la
cual se dirige hasta donde está la tropa para averiguar si podía ser su
esposo, pero el Ejército le impide ver el cadáver, diciéndole que se
trató de un guerrillero dado de baja.
Uno de los hermanos de la víctima que también fue participe en la
búsqueda, se entera que el 29 de noviembre fue enterrada una persona
como NN en el cementerio de Remedios, que fue llevada por las tropas del
Ejército y que según éstas se trataba de un guerrillero de las FARC
dado de baja en combate, en la zona en donde desapareció Guillermo Léon
Benítez, por lo cual el hermano del señor Benítez, solicita a la
Fiscalía que se exhume el cadáver ya que podía ser su hermano, sin
embargo, la Fiscalía no accede a la petición argumentando que ese cuerpo
llego en alto grado de descomposición por lo que sería imposible su
reconocimiento. Nueve días después –el 04 de diciembre- la compañera
permanente de Guillermo Léon Benítez acude a hacer reconocimiento
fotográfico en las instalaciones de la Sijin, del cuerpo sin vida que
había sido llevado por el Ejército Nacional del supuesto guerrillero
dado de baja en combate, identificando en las fotos que se trataba de su
compañero.
De la valoración de las pruebas realizadas dentro del proceso
judicial se estableció que el señor Benítez no habría participado de
ningún combate, ya que no disparo ningún arma, no poseía zapatos y el
disparo que le habría quitado la vida fue hecho por la espalda. De igual
forma se logró ratificar que el Ejército habría manipulado la escena
del crimen a su conveniencia, atribuyéndose funciones de policía
judicial, hecho que extralimita sus funciones y son contrarias a la ley y
a la constitución.
Por lo que el Consejo de Estado manifesto que: “Se probó, que las
actuaciones de los agentes de la demanda obstaculizaron la pronta y real
identificación del occiso, el desinterés por el establecimiento de la
verdad sobre lo ocurrido y la intención de eludir la acción de la
justicia”.
Es por ello, que el Consejo de Estado calificó este hecho como una
grave violación a los derechos humanos, en la modalidad de ejecución
extrajudicial (falso positivo) que reviste tal gravedad porque
constituyen un crimen de lesa humanidad. Y deplora los argumentos que
utilizo la defensa judicial del Ministerio de Defensa al pretender
justificar el crimen del humilde campesino, haciendo una inadecuada
interpretación del Derecho Internacional Humanitario. Como también la
actuación de la Quinta Brigada de las Fuerzas Militares en el proceso
disciplinario al archivar la investigación, que a la fecha en la
justicia ordinaria no hay decisión judicial.
Ordenando al Ejército Nacional – Ministerio de Defensa entre otras
medidas de reparación integral la realización de un acto conmemorativo
de disculpas públicas, la publicación de una nota de prensa tanto en
medios escritos y radiales de amplia circulación y cobertura, en la que
se informe que la muerte de Guillermo León Benítez fue producto de una
ejecución extrajudicial perpetrada por militares y que incluya excusas
públicas. Y el envío de la sentencia al al Centro Nacional de Memoria
Histórica, a la Jurisdicción Especial para la Paz y a la Comisión de la
Verdad, para que contribuya a la construcción histórica documental del
país, a preservar la memoria consciente de la violencia generada por el
conflicto armado interno en Colombia y el padecimiento de sus víctimas.
Tomado: Agencia Prensa Rural