En los últimos días, aproximadamente cinco mil refugiados arribaron a varias aldeas fronterizas cerca de la ciudad congoleña de Ingbokolo y muchos de ellos, sufren algún tipo de trauma, indicó la Acnur.
Según los reportes de esa agencia de la ONU, la mayoría huyen de un nuevo estallido de violencia en el estado de Equatoria, en Sudán del Sur.
Buena parte son mujeres, niños y ancianos, que llegan a pie, agotados, sedientos y hambrientos. Además, han presenciado incidentes violentos como asesinatos y violaciones, refirió el portavoz de la Acnur, Babar Baloch.
Dentro de Sudán del Sur, los enfrentamientos también provocaron desplazamientos internos de unas ocho mil personas.
En tanto, más de 19 mil menores de edad continúan sometidos como niños soldados, pese a que varios grupos armados proceden a su liberación, advirtió el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
La víspera, se liberaron a 119 niños en la ciudad de Yambio, que estaban cautivos por el grupo armado conocido como Movimiento de Liberación Nacional de Sudán del Sur, que firmó un acuerdo de paz con el Gobierno en 2016, indicó Unicef.
De los recién liberados, 48 eran niñas, y el niño más pequeño tenía 10 años.
La Unicef trabaja ahora para garantizar protección, asistencia de salud y educación a esos menores, con el fin de insertarlos en la sociedad.
Tras obtener la independencia en 2011, en Sudán del Sur estalló una guerra civil en 2013 que tiene sumido a todo el territorio en una difícil situación humanitaria.
De acuerdo con datos de la ONU, el 60 por ciento de la población no sabe cómo obtendrá su próxima comida.
A ello se une la inseguridad y la confrontación que afectan a las poblaciones más vulnerables, como niños, niñas y mujeres.
Tomado: tercerainformacion