“Nos estamos preparando en diferentes dominios, incluido por supuesto, el dominio militar”, ha declarado este miércoles el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, en una reunión de ministros de Defensa del bloque.
Stoltenberg ha acusado a Rusia de violar el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), que prohíbe el uso de armas balísticas con capacidades nucleares, al desplegar el sistema de misiles nucleares de medio alcance SSC8 con tiempos de advertencia muy cortos.
El secretario general de la Alianza Atlántica ha indicado por otra parte que espera reunirse con el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en los márgenes de la Conferencia de Seguridad de Múnich, que tendrá lugar del 15 al 17 de febrero para discutir salvar el pacto, que ha descrito como “fundamental para la seguridad de Europa”, y evitar una carrera armamentística en el continente.
El responsable del bloque ha exigido para ello a Rusia que cumpla el Tratado INF, firmado en 1987 entre EE.UU. y la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), a la vez que sin embargo expresaba su respaldo a la retirada uniltaeral en seis meses de EE.UU. del mismo tratado anunciada por Washington el pasado 1 de febrero.
Por el Tratado INF, ambas partes se comprometían a eliminar todos los misiles, tanto nucleares como convencionales, que tuvieran un alcance de entre 500 y 1000 kilómetros —de corto alcance— y de entre 1000 y 5500 kilómetros —de medio alcance—. Así, en mayo de 1991 ambos habían eliminado un impresionante número de más de 2500 misiles.
Con el paso del tiempo, la viabilidad del tratado ha sido puesta en duda por distintos actores políticos. En los últimos años han surgido varias propuestas para deshacerse del acuerdo, pero nadie se atrevía a ponerle fin, excepto el actual presidente de EE.UU., Donald Trump, quien arguye que la retirada de Washington del tratado se debe a violaciones del pacto por Moscú.
Rusia rechaza estas acusaciones y acusa de violar el tratado a EE. UU., argumentando que los sistemas de defensa de misiles desplegados por EE.UU. en el continente europeo pueden ser adaptados para lanzar misiles de crucero prohibidos por el acuerdo de 1987.
Además, el Ministerio de Defensa de Rusia denunció violación del tratado por parte de EE.UU. en 2017 y difundió imágenes satelitales que mostraban que la compañía de defensa estadounidense Raytheon había comenzado un programa de ampliación y modernización de sus capacidades productivas para fabricar misiles de corto y medio alcance, prohibidos por el tratado.
Tomado: tercerainformacion