En una reunión mantenida el domingo con el representante sirio ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Bashar al-Yafari, el máximo responsable del organismo internacional trató con el diplomático sirio la decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, de firmar este lunes un decreto que reconocerá la soberanía del régimen de Israel sobre los ocupados altos del Golán.
Guterres hizo énfasis en que la postura de la ONU es “firme”, bien conocida y basada en las resoluciones legítimas internacionalmente que estipulan expresamente que el “Golán es un territorio árabe sirio ocupado por Israel”.
El jefe de la ONU agregó que la “peligrosa postura” de Washington le obligó a pedirle al portavoz de la Secretaría General de las Naciones Unidas que emitiera una declaración que recordara la resolución emitida en 1981 por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), en la que se subraya la soberanía siria sobre la meseta ocupada.
A su vez, Bashar al-Yafari acentuó que la Casa Blanca carece de cualquier derecho de decidir el destino de los ocupados altos del Golán, según recogió la agencia oficial siria de noticias SANA.
El embajador sirio ante la ONU tachó de “ilegítimo” la postura de Trump y recordó que esta vulnera el derecho internacional y violenta la Carta de las Naciones Unidas. En todo caso, agregó, Damasco se esforzará por recuperar esa tierra y ejercer su soberanía sobre ella.
Los altos del Golán es una meseta ubicada en el sur de Siria de unos 1800 kilómetros cuadrados, de los cuales 1200 están bajo ocupación israelí, 235 están controlados por la Fuerza de Naciones Unidas de Observación de la Separación (FNUOS) y el resto sigue con soberanía siria.
Israel ocupó en la Guerra de los Seis Días (1967) y la Guerra de Yom Kipur (1973) estas alturas, pertenecientes a Siria y que una pequeña parte de los cuales, las granjas de Shebaa, reclama El Líbano, y en 1981 anexionó estos territorios, desafiando las advertencias de la comunidad internacional y el CSNU.
Varios países han manifestado en los últimos días su repudio a la decisión del mandatario estadounidense, entre ellos la propia Siria, además de Rusia, China, Turquía, Irán y Cuba, y varios aliados europeos de Washington, como el Reino Unido y Francia.
Tomado: Tercerainformacion