En su discurso ante una multitud reunida frente al Palacio de Miraflores, el mandatario explicó que desde el sabotaje del jueves a la planta del Guri, el país ha sufrido una serie de agresiones. Curiosamente, un artículo publicado en el año 2006, que brinda el testimonio de uno de los autores de los atentados que se realizaron, bajo la supervisión de EE.UU. para derrocar el gobierno socialista de Salvador Allende en Chile en 1973, cobra hoy actualidad por la semejanza con la realidad venezolana.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció un nuevo ataque este sábado al sistema eléctrico nacional que perturbó todo lo que se había avanzado durante los dos últimos días para reconectar al país.
En su discurso ante una multitud reunida frente al Palacio de Miraflores, explicó que desde el sabotaje del jueves a la planta del Guri, Venezuela ha sufrido una serie de agresiones de carácter cibernético, electromagnético y físico.
Maduro responsabilizó a Estados Unidos y sus aliados de la derecha de desatar una guerra eléctrica contra la nación, que en los últimos seis años dejó más de 200 muertos. "Esto lo hacen para sabotear y confundir al pueblo", afirmó.
Todo parece indicar que la táctica de los sabotajes para derrocar gobiernos legítimamente electos se repite. Un artículo publicado en el año 2006, que brinda el testimonio de uno de los autores de los sabotajes que se realizaron, bajo la supervisión de EE.UU., para derrocar el gobierno socialista de Salvador Allende en Chile en 1973, cobra actualidad por la semejanza con la realidad venezolana.
Hasta el momento se han producido dos ataques, de grandes dimensiones, al sistema eléctrico venezolano, y es probable que ese actuar continúe.
La estrategia de los sabotajes eléctricos masivos fue también utilizada para derrocar a Salvador Allende en Chile. Lamentablemente pueden esperarse también en Venezuela los asesinatos selectivos.
Cuenta el artículo de entonces que el exjefe militar del movimiento Patria y Libertad, Roberto Thieme, dio a conocer en sus memorias un plan de sabotajes de la Armada para derrocar al Gobierno socialista de Allende en 1973, incluida la orden de asesinar al entonces presidente del Partido Socialista, Carlos Altamirano.
Thieme, exesposo de Lucía Pinochet -hija del desaparecido dictador Augusto Pinochet-, dio una serie de precisiones acerca de los sabotajes y ataques previos al derrocamiento de Allende.
El exmilitar confesó que en julio de 1973 recibió de la Armada un plan de sabotajes a puentes, oleoductos, torres de energía y fuente de combustible, además de explosivos y conducción técnica, a cambio de que su movimiento aportara “la mano de obra”.
Thieme participó en varias acciones para derrocar a Allende. Una de ellas fue el 29 de junio de 1973, en lo que se conoció como el “tanquetazo”. Un sector del Ejército planificó tomar el palacio presidencial de La Moneda, el 29 de junio de 1973, pero el plan fue abortado.
En julio del propio año fue contactado por dos comandantes de la Marina. En una reunión, los altos oficiales le informaron de un paro nacional de transporte de varios gremios y otras fuerzas para el día 25 del mismo mes.
A partir de una experiencia anterior, en que el Gobierno de Allende pudo contrarrestar con infraestructura el paro nacional en octubre 1972, Thieme cuenta que se dieron a la tarea de iniciar una serie de atentados y sabotajes para entorpecer los flujos de combustibles, energía eléctrica, corte de algunos puentes y oleoductos.
Cuenta que en la primera acción se cortaron las mangueras de abastecimiento de combustible de los servicentros más importantes en Santiago de Chile, la capital.
Después, vino la etapa de los oleoductos de Concón y de Concepción. “La gente de la Armada siempre nos indicó cómo volarlos, a qué hora. Y esto no paró más”, explicó Thieme.
Otro sabotaje fue la voladura de unas torres de alta tensión cuando Allende hablaba en cadena nacional. “Se hizo un operativo de ingeniería para volarlas y producir un apagón. Fue el primer apagón que se hizo en Chile y abarcó desde La Serena a Puerto Montt", precisó.
Thieme señaló que a medida que se iban cumpliendo las metas de sabotajes, se fue radicalizando el proceso en el país, pero el golpe no llegaba.
Recuerda, que entonces empezó a recibir presiones para atentar contra la vida de dirigentes de izquierda, entre ellos Carlos Altamirano.
Esta publicación de 2006 pudiera ser un retrato de la situación actual en Venezuela.
Tomado. Tercerainformacion