La
disputa comercial que se inició con las dos grandes potencias EEUU y China. Empezó
a escalar en guerra comercial cuando Trump pidió la suspensión de la empresa
china Huawei e inició una serie de sanciones comerciales, cerrando el mercado a
los chinos, de exportación a gran escala de tecnología de la industria de
telecomunicaciones, a lo que los chinos amenazaron con hacer lo mismo.
Lo
que demostró que la guerra comercial, podría escalar otros escenarios de
confrontación bélica, justificado con las innumerables guerras e invasiones que
tiene EEUU, en este momento en el mundo. Sumado a esto, el descontento social,
que ha comenzado a crecer por el mundo, producto del capitalismo salvaje, que
ha venido deteriorando las condiciones de vida de miles; un ejemplo los chalecos
amarillos de Francia, que han mantenido una protesta activa, por el incremento
en los costos de los combustibles. Los chilenos quienes se han manifestado en
masa por la subida en el valor del transporte, Ecuador, Colombia, entre otros.
El
empobrecimiento acelerado que viven las sociedades en el mundo, las ha obligado
a buscar escenarios de protestas, producto de la miseria, las guerras,
marginalidad, que los poderosos del mundo vienen haciendo, lo que puede
conducir a un exterminio selectivo de comunidades enteras, o al alzamiento en
armas de muchos que no se resisten morir sin luchar.
El virus la nueva arma de guerra
En
este escenario de guerra comercial, se empezó a divulgar la noticia de un virus,
originado en China, que, de no controlarse, se podría expandir por otros
lugares, lo que configuraría una pandemia. Al poco tiempo la Organización Mundial
de la Salud (OMS), declaró la pandemia, por lo que todos los países del planeta
deberían tomar medidas a fin de controlar la pandemia y así evitar la muerte en
masa de miles de seres humanos.
China
país foco de la pandemia, ordenó el confinamiento de las poblaciones donde
habían aparecido los primeros brotes, se dispuso a construir hospitales en solo
15 días, con el fin de atender a todos los enfermos, producto del contagio, por
lo que logró en poco tiempo detener el avance de la pandemia.
Pese
a esto, el virus empezó a llegar a otros lugares de Europa, extendiéndose por
muchos países, donde algunos más que otros como España e Italia se han visto
más afectado por el virus, sin embargo, el número de muertes que se prevé en
una pandemia de la magnitud como han informado los medios no se ha visto, son
casi un millón de infectados en todo el planeta.
Con
este argumento, muchos países ordenaron cerrar fronteras, el espacio aéreo y el
confinamiento a todos sus habitantes. Es decir, ningún habitante podía estar en
la calle, solo en casos excepcionales, como empleados de la salud, por lo demás,
todo quedaba suspendido, el comercio solo funcionaba el abastecimiento de víveres
y medicamentos. Vale decir, que no todos los países han confinado a sus
habitantes como EEUU, Brasil, Chile. Otros ejercen la represión con el fin de
obligar a todos a estar confinados y obedientes, Perú, firmó un decreto, donde
no juzga a ningún militar por los hechos que ocurran durante la cuarentena. Es decir,
le da patente de corzo, para cometer delitos, o casos como el presidente de
Filipinas que ordenó a los militares a disparar al que violara la cuarentena, Sudáfrica
que los militares pueden disparar a las multitudes, lo que se puede entender
que no se busca proteger la vida, sino la obediencia.
Países
como Colombia, ordenó una cuarentena, con el fin según dijo el gobierno, evitar
que la pandemia acabe con muchas vidas, pese a esto, se han reportado en todo
el territorio un promedio de 1000 contagiados, con 25 muertos, según reportes. aunque,
en caso de una emergencia sanitaria el país no cuenta con hospitales ni centros
de salud para atender, los privados tienen el monopolio.
El
gobierno decreto el estado de emergencia, lo que le permite asignar recursos
para contener la pandemia, la cuarentena obliga a todos los pobladores a mantenerse
en casa y solo en cuestiones necesarias salir, los únicos que pueden salir es
el gremio de la salud, los expendedores de víveres y otros prestadores de
servicios, para el cumplimiento pidió la militarización, medida de fuerza para
contener un problema de salud.
Los
primeros que fueron mandados a sus casas fueron los menores de edad, por lo que
los colegios y escuelas en todo el país, quedaron cerrados, el gobierno afirmó,
que desde ese momento los menores deberían tener sus clases virtuales. Es decir,
que todo niño ubicado en cualquier lugar del país, estaba obligado a recibir
sus clases en línea, cómo no sabemos. El gobierno se olvida, que en la pasada
administración su partido, negó aprobar la ley que masificaba el internet para
todos los colombianos.
Se
olvida que no todas las regiones del país, tiene luz eléctrica, por lo que hace
imposible que se puede disfrutar del beneficio de tomar clases desde la casa,
su plan de contingencia, no previó que, en todas las ciudades, existen barrios
subnormales, donde ni siquiera existe la luz eléctrica o si existe ha sido
suspendida por falta de pago, peor aún, el computador no es un electrodoméstico
de primera necesidad.
Es
decir, el sistema capitalista excluye a los menores, del derecho fundamental
como es la educación, pero para el gobierno, es mejor que estos menores estén
en casa sin educación y comida, que por razones de la cuarentena sus padres no
han podido salir al rebusque, son trabajadores informales, que no cuentan con
un salario, servicio médico o vivienda.
Por
otro lado, están los sin techo, los indigentes, prostitutas, extranjeros, o los
pobres que han sido sacados del inquilinato donde vivián por no pagar la renta,
para estos pobres, la cuarentena es obligatoria, pero no es obligatorio que el
gobierno cumpla o les garantice techo, comida, por lo menos en estos momentos
de emergencia sanitaria.
Según
se dijo, la bancada “alternativa” los congresistas propusieron donar una parte
de su sueldo para procurar llevar alimento a los más necesitados, que son más
de 13 millones de colombianos que viven en la pobreza, de ellos 3 millones
viven en la pobreza extrema, lo que quiere decir, que no tienen donde dormir,
comer, o vestir. Lo que los pobres necesitan no es la miseria que le puedan dar
por una sola vez unos políticos, sino que el sistema se cambie, se transforme,
brinde salud, empleo, vivienda, educación para todos.
Pero
como nos encontramos enfrentados al sistema capitalista, que solo le importa
producir y recibir ganancias, algunos de los gremios, que no son pobres como
los que se nombran arriba, han propuesto el no pago de sus empleados, reducir
las mesadas y otros hasta vacaciones. Empobrecer a los empleados, mientras los
empresarios buscan subsidios del gobierno.
Sin
lugar a dudas, esta pandemia desnuda, lo pútrido que es el sistema capitalista,
sin sanidad pública, vivienda y comida, por lo que la cuarentena, también es selectiva,
al mandar a todos para la casa el gobierno da por sentado que todos tienen
donde vivir, comer durante el tiempo que dure la pandemia y que con esta medida
salvo vidas.
Algunos
analistas han planteado que este debería ser declive del capitalismo, pero esto
es simplemente un reacomodo del sistema que, como estrategia de guerra, utiliza
las pandemias, cepas elaboradas en los más sofisticados laboratorios farmacéuticos
y lanzadas en diferentes lugares, la muerte en masa de miles, sin que haya un
responsable directo, pero en territorios de diversidad de recursos naturales y la invasión a Venezuela, diseñada desde EEUU, con apoyo de Colombia.
Finalmente, lo que se busca con esta pandemia es el aislamiento,
impedir que se proteste y el temor a ser infectados por la indiferencia, es
eliminar las protestas y la calle como escenario de lucha.