Colombia es uno de los países más vulnerables en el marco internacional por su gran desigualdad en el acceso a la tierra, según el informe "Tierra y Poder" de la organización británica de asistencia humanitaria Oxfam difundido hoy en Bogotá.
Así lo explicó hoy a Efe el coordinador de la campaña Crece para Sudamérica, encargada de redactar este informe, el español Asier Hernando, quien añadió que, además de ese motivo, "Colombia es uno de los países más interesantes para la inversión extranjera, tanto por la calidad de sus tierras como por su agua".
Otro de los puntos débiles del país, según el estudio, presentado en conjunto con la organización colombiana Medios para la Paz, es que "de los países de la región, junto con Perú, es el que menos regulado tiene este proceso (de compra y venta de tierras); su marco legal no contempla la prohibición o la regulación de compra de tierras por parte de extranjeros", aseguró Hernando.
Existen dos actores que están actuando en este problema, los propios Gobiernos "que más que comprar tierra lo que están haciendo es alquilarla por 30 o 40 años, como en el caso de China", y las multinacionales que compran las tierras.
Hernando citó como "ejemplo" al banco HSBC, que "ha estado muy implicado en procesos de compra de tierras en África".
En los estudios que Oxfam ha realizado para Colombia, los países con mayor implicación en la transacción de tierras son "empresas argentinas y brasileñas, y éstas con un apoyo muy fuerte por parte de su Gobierno", sentenció el investigador.
Además de las implicaciones económicas que estos procesos tienen para la población rural, se suma el problema de la eficacia en el rendimiento de la producción alimentaria, ya que "en los últimos ocho años se ha estancado y la tierra por habitante es cada vez menor".
El coordinador de Crece pronosticó que "en los próximos 20 años vamos a tener que producir un 70 % más de alimentos que en la actualidad para alimentar a 3.000 millones de personas más; esto lo que va a hacer es que la presión sobre el recurso tierra va a ser cada vez mayor".
Para evitar los conflictos venideros por las tierras, desde Oxfam y a través del informe, se plantean una serie de propuestas tanto a niveles internacionales como a niveles internos, para contrarrestarlos.
La primera de ellas es que se aseguren los mecanismos de consulta previa libre e informada de los países, que los procesos de negociación de compra y venta de tierras sean completamente transparentes y que existan previos informes de impacto tanto espacial, como medioambiental, y que cuenten con el consentimiento de las comunidades afectadas. En el marco internacional, "se está llevando a cabo una negociación en Roma, para conseguir acuerdos voluntarios por parte de los países sobre cómo se deben llevar a cabo estos procesos de compra y venta, aunque nosotros creemos que tendrían que ser acuerdos mandatorios y no voluntarios", opinó Hernando.
Otro tema fundamental es incrementar la inversión hacia la agricultura, que en los países de América Latina no alcanza "ni el 3 % en prácticamente ninguno, al contrario que en Europa, donde se destina el 50 % a este sector".
El informe de Oxfam ha analizado "2.000 contratos" que, según la organización, "son procesos muy poco transparentes y a pesar de muchos de ellos ser legales, pocos han sido legítimos, porque no se ha llevado a cabo el proceso de consulta previa informada".
De los países estudiados por Oxfam, los que más han incentivado la compra de tierras son India, China y Arabia Saudí, y en América Latina el Gobierno que más ha apoyado a sus empresas para que adquieran tierras en la región, ha sido Brasil.
Las naciones que más están sufriendo las consecuencias de la compra masiva de tierras están situadas principalmente en África. Así, por ejemplo, "en el sur de Sudán, las compañías extranjeras han comprado el 10 % de su territorio total" y en América Latina "el país que vemos más vulnerable en el área es Colombia", aseguró Hernando.
Tomado:Agencia Prensa Rural