Luego de la multitudinaria manifestación realizada por la comunidad universitaria y frente a la negativa de la ministra de retirar el proyecto de ley a la educación, los estudiantes continúan en cese de actividades. La no asistencia de la ministra al debate abierto propuesto por los estudiantes, demuestra la falta de interés por normalizar las actividades académicas y el desprecio por la educación pública. Pues si bien, los estudiantes convocaron un debate, la ministra en reiteradas ocasiones ha afirmado que no retira el proyecto. Entonces ese debate no tiene ningún propósito, teniendo en cuenta que los estudiantes hace rato entendieron el proyecto y lo discutieron con la comunidad.
En este momento los estudiantes se enfrentan a la pérdida del semestre y al futuro incierto que trae la reforma. Sin duda este es el reflejo de la política colombiana, la imposición de leyes que benefician a un sector de la economía en detrimento de las mayorías. De allí se puede explicar el por qué de la permanencia del conflicto armado, frente a la negativa del gobierno que impone condicionamientos para una mesa de diálogos. Si esto lo hace con los estudiantes y la comunidad en general.
Los estudiantes cuentan con el apoyo de los padres de familia, quienes entienden que sí la reforma como la plantea el gobierno continúa su curso en el congreso, muchos de sus hijos no van a tener el derecho a formarse y contribuir de esta forma con el desarrollo al país. Se puede entender que para el gobierno es más rentable que estudien los que tienen, quienes serán los futuros formadores de empresa y gobernantes. Este es el país de la prosperidad.
Los estudiantes hacen un llamado a la comunidad nacional e internacional para que conozcan lo que está pasando en Colombia y la educación pública